El jueves pasado todos fuimos testigos de otra lamentable tragedia en el Exatlón México, cuando al igual que Pato Araujo ahora fue Humberto Noriega quien perdió parte del cuero cabelludo tras un terrible golpe en uno de los circuitos, por lo que el mismo competidor del Equipo Rojo acaba de revelar su difícil proceso médico que lleva en su rehabilitación.
Sin duda se trató de un momento escalofriante durante la competencia en la Zona de Peligro de la octava temporada del Exatlón México, cuando Humberto Noriega sufrió un terrible golpe que lo mandó directo al hospital y hasta requirió una operación de emergencia, de la cual ahora se recupera con este difícil procedimiento médico.
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La mamá de Humberto llegó al Exatlón México
Antes de que el mismo Humberto Noriega diera a conocer el procedimiento médico con el que se recupera, la misma producción de la octava temporada del Exatlón México dio a conocer que tras la noticia del accidente familiares y amigos del atleta rojo fueron informados sobre la situación, lo que causó gran estrés en su madre, quien no dudó ni un momento en viajar a la República Dominicana para estar al lado de su hijo.
La llegada de la mamá del atleta colorado a las playas de República Dominicana fue un momento profundamente conmovedor y cargado de emoción, pues al reencontrarse con él lo abrazó con todo su amor, consolándolo y asegurándole que no estaría solo en este proceso y prometiéndole que estaría a su lado hasta que su recuperación le permitiera regresar a los circuitos.
El difícil proceso médico de Humberto Noriega
Con el rostro aún algo inflamado, pero con una actitud positiva y rodeado del apoyo de su madre, Humberto Noriega apareció en un video en el que asegura que la recuperación no ha sido fácil: “Amigos, ¿cómo están? Aquí andamos y ahora sí les va a tocar ver el proceso por el que tengo que pasar todos los días, pues no me puedo lavar el cabello ni la cabeza todos los días, por lo que estas curaciones y limpiezas sí son muy importantes”.
Y culminó: “Este es un shampoo tipo jabón especial que necesito usar para lavarme la herida y las manos antes de hacerme la limpieza y curación, pero fuera de eso va todo bien. Por su puesto que de pronto sí llega a ser molesto porque tengo las grapas y la doctora tiene que tallar un poco para sacar todo. Hay como un moquito verde que sale, pero que es bueno porque es como la nueva piel que me va a ir regenerando y a impedir que se me meta algo porque todo se queda ahí pegado”.