Exatlón México vivió una de sus noches más cargadas de emoción en plena víspera navideña. La Serie por la Navidad no solo definía un premio especial, sino que ponía en juego semanas de desgaste físico, aislamiento y presión mental acumulada por los participantes. El objetivo era claro: ganar para poder compartir la Nochebuena junto a sus familias.
El formato especial de la Batalla Colosal elevó la tensión al máximo. Con circuitos exigentes, enfrentamientos directos y recompensas simbólicas muy fuertes, la competencia se transformó en un punto de quiebre emocional para ambos equipos. Rojos y Azules dejaron todo en la arena, conscientes de que no se trataba de una batalla más dentro de la temporada.
Tras un inicio favorable para los colorados en el primer episodio, los de color cielo lograron revertir la serie al imponerse en la segunda y tercera batalla. El desenlace fue devastador para un equipo rojo que quedó al borde del colapso emocional, mientras que el conjunto azul celebró uno de los momentos más significativos del reality.
El quiebre de los Rojos y la polémica acción de Alexis
La derrota tuvo un impacto inmediato en el ánimo del equipo rojo. En medio del desenlace, Alexis Vargas protagonizó una acción que no pasó desapercibida al empujar a Mario “Mono” Osuna, un gesto que reflejó la frustración y el descontrol emocional del momento. La escena se dio mientras se confirmaba que los Azules serían quienes compartirían la Navidad con sus familiares.
Tras el resultado, los Rojos quedaron visiblemente afectados. Todos los integrantes rompieron en llanto dentro de la arena, desconsolados al asumir que pasarían la Nochebuena lejos de sus seres queridos. La imagen del equipo abatido contrastó de manera contundente con la celebración del conjunto azul, que vivió una noche cargada de emoción y alivio.
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El circuito decisivo y el golpe final en la arena
El punto decisivo de la Serie por la Navidad llegó con el circuito entre Benyamin y Alejandro. El competidor rojo comenzó de mejor manera, sacando ventaja a lo largo del recorrido y mostrando un rendimiento sólido en las primeras instancias. Sin embargo, todo cambió en el tramo final.
En la definición, “Benyi” no logró mantener la precisión necesaria al momento de arrojar los palos para derribar las botellas sobre la mesa. Esa falla fue determinante y permitió que el rival sellara la victoria. Un error mínimo, pero con consecuencias enormes, que terminó de inclinar la balanza y selló una de las derrotas más dolorosas de la temporada para los Rojos.
