La vida de Sugar Ray Leonard no ha tenido muchos escándalos. Es por mucho un peleador que supo ser ejemplo al manejar de buena manera su carrera, su fortuna y su historia familiar, aunque haya pasado por un divorcio. Pero qué hubiera sido de él si no hubiera sido boxeador. En realidad él no quería pelear, pero la homofobia obligó.
Se dicen que había tres hombres que habían dominado el ring como nadie. Los tres eran afroamericanos y cualquiera de ellos podía ser nombrado el mejor del mundo: Muhammad Ali, Mike Tyson y Sugar Ray Leonard, siendo éste último el más carismático de ellos pese a su peligrosidad en el ring. La sonrisa nunca se le iba del rostro.
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¿Cuál fue la razón que obligó a Sugar Ray Leonard a ser boxeador?
El ex campeón mundial en realidad no quería ser peleador, pues él deseaba estudiar en la Universidad de Maryland, pero en realidad fue una burla y regaño en su familia la razón por la que se dedicó al boxeo, además de buscar la forma en la que podía generar ingresos para darle de comer a sus hermanos cuando fallecieron sus padres.
Fue el quinto de siete hermanos y su vida la veía en la escuela, pero un infarto se llevó a su madre y una serie de padecimientos como la meningitis y tuberculosis afectaron a su padre, perdiendo a ambos y quedándose solo con sus hermanos, por ello tuvo que ver por ellos y dejó los estudios para meterse al negocio de los golpes, dejando a un lado la burla y los regaños de la familia.
Leonard siempre fue un tipo carismático, en su forma de ser y en su físico, por eso su familia le hacía comentarios despectivos sobre su forma afeminada de ser, lo cual no iban a tolerar. Pero en realidad sólo se trataba de su mirada delicada y su sonrisa permanente la que lo hacían verse así, sin embargo nunca dudó de su orientación sexual. El boxeo finalmente le dio la oportunidad de mostrar su valor y hombría ante las críticas, sin saber que ese deporte lo haría ser uno de los mejores.
Su primera esposa fue Juanita Wilkinson, pero después se divorciaron en 1980, aunque tuvieron un hijo a muy temprana edad. Después en 1990, se separó de ese matrimonio, pero ya tenían a dos hijos: Jerrel de 7 años y Ray Jr., tenía 17. La segunda pareja de Sugar fue Bernadette Robi, modelo de Sports Illustrated, con quien se casó en 1993. Con ella también procreó dos hijos: la pequeña Camille Leonard y un varón llamado Daniel Ray Leonard.