No es un secreto que Julio César Chávez es el peleador mexicano más exitoso en toda la historia del boxeo nacional, pero uno de sus episodios más oscuros los protagonizó cuando llegó al Estadio Azteca acompañado de uno de los Arellano Félix.
Debido a su gran éxito y popularidad con el público, los encuentros que sostenía el sonorense eran tan demandados que incluso tuvo que pasar sus peleas de una pequeña arena al imponente Coloso de Santa Úrsula de la Ciudad de México.
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El poderío de Julio César Chávez era tan grande qué artista, políticos, empresarios y demás personalidades querían acompañarlo en las entradas que hacía en cada uno de sus peleas, ya que se consideraba un gran honor y un gran prestigio caminar de la mano del campeón.
Las carteleras que protagoniza va el boxeador siempre incluían momentos épicos pues durante toda su carrera se destacó el gran talento que tenía para marcar los golpes y poner en jaque a sus oponentes. Lo que eventualmente lo pondría como uno de los deportistas más asediados de todo México.
Julio César Chávez llega al Azteca con un Arellano Félix
Aunque llevo una carrera sumamente exitosa, también es bien sabido que Julio César Chávez estuvo inmerso en varios escándalos, pero uno de los más grandes lo involucra con uno de los narcotraficantes más buscados de todo el país.
Probablemente las adicciones que desarrolló el pugilista mexicano lo llevaron a relacionarse con personas sumamente peligrosas a tal grado que uno de ellos incluso apareció en televisión nacional mientras lo acompañaba para dar inicio una de sus peleas.
Se trata de Francisco Arellano Félix, miembro del cartel de los Arellano Félix quién se disfrazó para poder caminar junto a Julio César Chávez declara a su pelea contra Greg Haugen.
La aparición del hombre causó mucho revuelo ya que pese a ser buscando desesperadamente por las autoridades decidió hace presencia en un lugar público retando a la policía de México. Aunque rápidamente fue identificado, al lugar habían acudido más de 100 mil personas lo que le ayudó al narcotraficante a perderse entre la multitud y poder huir sin problema alguno.
"Pancho ya tenía problemas con la justicia y venía en bola con nosotros, vestido de etiqueta y con una peluca, no le importo ser visto en televisión a nivel mundial al lado del campeón", se lee en el libro La Verdadera Historia.