Aunque salir del infierno de las drogas no significa pasar por el purgatorio en la rehabilitación, eso fue lo que precisamente vivó Julio César Chávez cuando fue internado en una clínica de rehabilitación, en la que 20 hombres lo dieron una golpiza y lo sometieron a los peores horrores de su vida.
Cuando ya no podía, vomitaba sangre y hasta estuvo a punto de quitarse la vida, Miriam, su segunda esposa, llevó a Julio César Chávez a una supuesta clínica de rehabilitación a Guadalajara a la que él aceptó ir para que lo dejaran en paz y donde supuestamente iba a tener su cuarto, su televisión y hasta una cancha de futbol en la que pensó se la iba a pasar a todo dar, pero no fue así.
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“Me llevaron Julio y Omar a la clínica de rehabilitación y cuando llego todo muy chingón, pero me engañaron a mí y a mi esposa o se hizo pend.., porque cómo no se iba a dar cuenta a dónde iba yo, porque en cuento se fueron mi padrino me dijo: ‘Ven pásale para acá. Te quieren conocer unos amigos de los que tú eres su ídolo’. Y ahí voy yo de egocéntrico, como el gran campeón mexicano y que me meten a un galerón y que me cierran una puerta de fierro. Así nada más. Cuando volteo, veo a unos 120 cab… todos cochinos, todos mugrosos”, recuerda Julio César Chávez.
En clínica de rehabilitación, 20 hombres le dieron golpiza a Julio César Chávez
Entonces, sigue narrando: “Me dijeron: ‘Échale humildad’. ‘¿Échale qué’, dije yo… ‘Que le eches humildad, por hoy te quedas aquí’. ‘¡Tas pend..! ¿Qué no sabes quién soy yo, pend…?’. Y que me responden: ‘Sí, ya sé quién eres tú: un adicto más’. Y que les afirmó: ‘Soy el gran campeón mexicano, cab… ¿Cómo voy a estar aquí, con esta bola de mugrosos? Sáquenme de aquí o voy a agarrar a todos a chingadazos”.
Pero no fue así, pues “que se me vienen cinco cab… y a los cinco los noqueo. Pero hijo de su rep… madre, que luego llegan 20 y entre todos me pusieron una santa put.., me amarran y todo. No, hombre, pasé los cuatro meses más amargos de toda mi pin… perra vida. No podía hablar con mis hijos, con mi esposa, con nadie”.
Entrevistado por ‘DEMENTES podcast’, aseguró que “pues tal vez es esto lo que yo merezco. Salí a los cuatro meses bien enojado y hasta les decía que les iba a echar al Mayo Zambada, al Chapo, a Amado Carrillo… ‘Van a ver. Les voy a quemar todo el put… lugar’. Ahora hasta somos amigos el padrino y yo, pero sí tuvieron que cambiar todo porque era muy duro tenerlos parados en el rincón un mes, donde se cagaban y se miaban... ¡Horrible!”.
EG