Julio César Chávez, El Gran Campeón Mexicano, como lo bautizó el inolvidable presentador Jimmy Lenon, no le teme a nada ni a nadie… o al menos eso es lo que parece, pues sí le tiene miedo y mucho a volver a radicar a Culiacán, por una poderosísima razón que aquí te revelamos.
Casi nadie, muy pocos, pueden imaginar que a estas alturas de su vida, luego de ganar todo lo que había que ganar el boxeo profesional y de noquear incluso a sus adicciones, Julio César Chávez pudiera vivir con miedo a alguien o a algo, aunque lamentablemente así es y no por amenazas externas o porque haya hecho algo malo, sino por sí mismo al volver a Culiacán.
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Entrevistado por Marco Antonio Barrera para su canal ‘Un Round Más’ de YouTube, Julio César Chávez habló de su familia, de que eran 11 hermanos, pero que desgraciadamente dos ya fallecieron, quedando solo nueve, con él, quienes nacieron en Ciudad Obregón, Sonora, así como en Mazatlán y Culiacán, Sinaloa, esta última a la que le da miedo regresar.
La razón por la que Julio César Chávez tiene miedo de volver a Culiacán
Indicó que la pérdida de sus dos carnales, uno de los cuales incluso fue el que lo impulsó a convertirse en boxeador y con el que más convivía, fueron golpes muy duros para él, aunque le quedaron otros ocho pues su papá “se echó” uno tras otro, unos en Obregón, otros en Mazatlán y el resto en Culiacán, haciendo la familia cada vez más grande y más grande.
Comentó que él nació en Ciudad Obregón, Sonora, y que nunca iba a negar la cruz de su parroquia, que se va a morir sonorense, aunque Culiacán fue la que lo vio crecer, coronarse campeón del mundo y pues ahí hizo casi toda su vida, aunque después se fue a radicar a Tijuana, “aunque no dejo de ir todos los fines de semana a ver a mi mamá, a mis hermanos y allá entreno, me siento mucho más a gusto”.
Y culminó: “No digo que Tijuana no me gusta, ¿no? Simplemente me quedé aquí (Tijuana) por mi recuperación, donde yo luego de batallar, batallar y batallar con mi adicción finalmente pude vencerla. Me quedé aquí porque me daba miedo de ir a Culiacán, tú sabes, por los amigos... Gracias a Dios aquí pues ya me siento como de Tijuana”.
EG