Carlos Salcido dejó su cargo como presidente de la Liga de Balompié Mexicano (LBM). Después de tomar el control del torneo, y de establecer un proceso de saneamiento operativo y económico para los equipos, el exfutbolista de Chivas dio un paso al costado del proyecto y confirmó su derrumbe.
Salcido fue presentado como la máxima autoridad deportiva de la LBM en abril pasado, antes de la desafiliación de clubes como el Atlético Ensenada, Atlético Jalisco y Lobos de Zacatepec; de huelgas por falta de pagos como ocurrió en San José FC, Club Veracruzano de Futbol Tiburón, Acapulco FC y Acaxees de Durgango; y de renuncias de jugadores y directivos por la poca certidumbre.
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Aunque fue buscado por El Heraldo Deportes, el presidente de la Asociación Nacional de Balompié Mexicano (ANBM), Víctor Montiel, no quiso ofrecer ninguna postura respecto a la decisión de Salcido y sus motivos para no continuar en el cargo.
Después de cuatro jornadas, la LBM pasó de 17 a 15 participantes, se quedó sin televisora para sus partidos y, además, sin su máxima cabeza como consecuencia de sus diferentes problemas administrativos.
Fuentes cercanas a las autoridades del torneo revelaron que la posibilidad de una suspensión temporal de la liga es viable, toda vez que existen varias deudas activas con los planteles y no hay fuentes de ingreso seguras para el pago del dinero.
AAH