El pase del Porto tiene nombre: Sergio Oliveira, el jugador que mantuvo con vida al Porto y que, con un doblete, resolvió la eliminatoria en el encuentro de vuelta ante la Juventus de Turín. Dos goles del mediocampista portugués para un equipo que se moría en el complemento y que sentenció el resultado, en los octavos de final de la Champions League (3-2, 4-4 global).
Oliveira marcó el 0-1 a los 19 minutos, provocando el silencio y la incredulidad de sus rivales. Con el panorama en contra, y de la misma manera que ocurrió en Portugal, el joven Federico Chiesa recobró el protagonismo y comandó a la Vecchia Signora a conseguir la remontada ganadora.
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El primero de sus goles llegó al 49’, poco tiempo después del complemento, y luego insistió para llevarse la noche hasta lograrlo. Al 63’, el joven italiano apuntó el 2-1 y empató el global 3-3, para mantener en pie de guerra a su equipo ante un Porto que tuvo al mexicano Jesús Corona como titular.
Mehdi Taremi se fue expulsado minutos antes y forzó a los Dragones a refugiarse en su zona defensiva, apostando todo por el contragolpe. ‘Tecatito’ buscó la manera de causar daño, desequilibrando y atacando la banda, pero la Juve cerró los espacios y tomó mayor relevancia en el cierre del juego.
Con el empate en el global, llegaron los tiempos extras. Y ahí, además de las atajadas de Agustín Marchesín, apareció de nuevo Oliveira, marcando el gol definitivo a los 115 minutos, pese al empate que vino después de Adrien Rabiot (117'). Los Dragones dejaron en el camino al equipo de Cristiano Ronaldo.
AJ