Con cinco goles e igual número de asistencias, este futbolista exestrella de la selección de Brasil presume un espectacular arranque de temporada con el FC Barcelona, al que le ejerce su amor tardío como leyenda del balompié internacional, luego de que el futbol lo salvara de la delincuencia y finalmente lo alejara de las favelas.
“Es un club muy especial para mí. No te voy a mentir diciendo que soy aficionado del Barcelona desde que nací, desde niño, pero cuando fui creciendo, viendo la manera en que jugaba el club y viendo pasar muchos jugadores que tengo como inspiración... acabé siéndolo”, dijo el futbolista de la selección de Brasil para DAZN, al que le reveló lo difícil que fue alejarse de las favelas y de la delincuencia.
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Infancia difícil de una leyenda del futbol internacional
Aunque desde muy joven quería jugar en el Barcelona, lograrlo fue un gran sacrificio para esta leyenda de Brasil pues “sabía lo que quería desde muy joven: Ser futbolista. Lograr este objetivo dejando un barrio es un gran sacrificio. Pero mi ambición era aún mayor. No me desvié. Si hoy hablan de mi 'magia' en el futbol, digo... esta es la verdadera magia. Fue gracias a mi familia que nunca abandoné la escuela e ignoré las oportunidades que tuve de tomar el camino equivocado. Por ellos estoy aquí”.
Y añadió: “Sería injusto decir que he pasado hambre porque a mis padres nunca les faltó comida en casa. Aun así, después del entrenamiento me paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer o un refrigerio. Algunas personas me ayudaban, otras me llamaban vagabundo sin rodeos y no había nada qué hacer, era esperar a que llegara el autobús a casa para poder comer algo. Yo tenía entre 12 y 14 años en ese momento".
Muchos de sus amigos están muertos por la delincuencia
Raphinha llegó al Barcelona en 2022, a cambio de 48 millones de euros fijos y 12 variables, tras triunfar con el Leeds en la Premier League. Nacido el 14 de diciembre de 1996 en Restinga, un barrio complicado de Porto Alegre, en Brasil, mantenerse centrado fue difícil pues había formas fáciles de ganar dinero, descarriarse “y ahí es donde la gente se pierde. Nunca me salí del camino, pero fui testigo, caminé junto a la gente que se estaba perdiendo”.
Y culminó diciendo: “Perdí muchos amigos en el mundo del crimen, en el narcotráfico... Amigos que jugaban 10 veces mejor que yo y que podrían haber estado en un gran club de futbol del mundo. A menudo la manera más fácil de ganar dinero es la equivocada. Es parte de la vida allí, una incapacidad para escapar de él y aspirar a una vida honesta, una vida trabajadora, una vida mejor... Es difícil conseguirlo sin recurrir a algo ilegal como el tráfico de drogas”.