Sin duda uno de los mejores jugadores de la Selección Mexicana y del balompié de Rusia, donde juega actualmente, este futbolista tuvo que sobreponerse a una infancia y juventud muy difíciles, en las que incluso tuvo que meterse de contrabando a los entrenamientos del Atlante para poder comer y hasta meterse debajo de un puente para dormir.
Nacido en Ciudad Guzmán, Jalisco, el 15 de enero de 1996, de joven este jugador tuvo que venirse a la Ciudad de México para buscar fama y fortuna como futbolista en el Atlante, lo que finalmente alcanzó hasta llegar a la Selección Mexicana, pero no sin antes sufrir hasta lo indecible pues no tenía para comer ni tampoco dónde dormir, pues se quedaba debajo de un puente.
Figura del Tri y de estos equipos de la Liga MX
Con experiencia mundialista con la Selección Mexicana y en ligas de dos países diferentes, en 2009 este futbolista que se metía a la casaclub del Atlante, no tenia para comer y se iba abajo de un puente a dormir ingresó a las fuerzas básicas de los Tuzos, para después recibir la oportunidad de continuar con su formación con los Xolos de Tijuana en 2014 y cinco años después regresar a Pachuca para convertirse en estelar al tener sus mejores momentos.
Ah, pero eso no fue todo, pues tras el Mundial de Qatar 2022, previo al arranque de la temporada 2023-24 en Europa, este futbolista finalmente logró ser fichado por el Dinamo de Moscú, haciendo su debut a los 27 años de edad, mientras que con la Selección Mexicana logró ser campeón de la Copa Oro bajo el mando de Jaime Lozano, luego de vencer en el partido por el trofeo a los Estados Unidos.
Sin dinero para comer ni lugar dónde dormir
Pero nada de eso fue fácil ni mucho menos gratuito para Luis Chávez, pues antes incluso de ingresar a la Liga MX tenía que meterse de contrabando a la casa-club del Atlante para poder comer, para poder cenar, además de que varias veces se metió bajo un puente cerca de Zaragoza, donde estaban las instalaciones, para finalmente dormir.
Y con justa razón, pues en aquel entonces Luis Chávez se probaba por todos lados, en varios equipos, por lo que lo sacaban de la casa-club porque no era jugador del Atlante, hasta que finalmente los Tuzos lo recibieron sin imaginarse que iba a crecer tanto y con un gran nivel que lo hacen uno de los principales baluartes de la Selección Mexicana y del Dinamo de Moscú. “Con el tiempo empiezo a enterarme de muchas cosas por las que había pasado Luis desde chavo, que te dan para entender y decir: ‘Este chavo sufrió para llegar. La sufrió bastante'”, afirmó El Piojo Herrera en entrevista con Fox Sports. “Ahora es un jugador muy entregado, que muestra ese coraje”, culminó.
