Domingo 15 de Septiembre 2024
JUEGOS OLÍMPICOS

Juegos Olímpicos: ¿Cuáles son los más caros de la historia?

A veces las inversiones cumplen las expectativas del evento, pero en otras terminan por ser excesivas y a la postre olvidadas. Mira qué sedes echaron la casa por la ventana

Los Juegos Olímpicos son una inversión que no siempre dejan buenos dividendos a las sedes.Fuente: EFECréditos: EFE
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Los Juegos Olímpicos son un evento esperado en el que muchos organizadores ponen esfuerzos incalculables. La fiesta del deporte deja, en ocasiones, muchas ganancias para las ciudades sedes, por eso la inversión que se hace es gigante para albergar al mundo y obtener dividendos.

Sin embargo, en ocasiones termina por no ser así. Eso le pasó, por ejemplo, al Mundial de futbol de Brasil 2014, pues algunos de sus estadios y construcciones en general terminaron por ser “elefantes blancos” que no fueron de utilidad después del evento para la sociedad. 

Hacemos un repaso por los juegos que más dinero pusieron sobre la mesa para albergar al espíritu del olimpismo, a deportistas, aficionados y medios de comunicación. 

1. Sochi 2014 (Rusia, invierno)

Los Juegos Olímpicos de Sochi tienen el dudoso honor de encabezar la clasificación después de desembolsar 51 mil millones de dólares. Este caso es investigado porque algunos expertos aseguran que el dinero pudo venir de organizaciones fraudulentas, en lo que sería un grave caso de corrupción.

2. Beijing 2008 (China)

El montante total ascendió a 40 mil millones de dólares, en su mayoría para construir carreteras y planes medioambientales, además de los escenarios construidos y remodelados para la justa. 

3. Londres 2012 (Reino Unido)

El coste de los Juegos Olímpicos de Londres todavía se discute a día de hoy, aunque está medianamente aceptado que fue de 19.000 millones de dólares. El Parlamento británico llegó a reconocer un coste de 14.400 millones, mientras que investigaciones independientes lo han llegado a situar en más del doble.

4. Atenas 2004 (Grecia)

El regreso de los Juegos Olímpicos a Grecia fue una buena y una mala noticia para el país. Organizar unos nuevos JJOO en la tierra donde nacieron era un gran honor, pero los cálculos del presupuesto fueron horribles y finalmente costaron 18.200 millones de dólares, más de diez veces lo previsto.

5. Nagano 1998 (Japón, invierno)

Los Juegos Olímpicos de Nagano son otro buen ejemplo de expectativas frustradas. La ciudad japonesa pensaba rentabilizar el evento como lo habían hecho anteriormente Barcelona o Los Ángeles, pero los 17.800 millones invertidos nunca dieron los frutos esperados y dejaron a Nagano endeudada.

6. Barcelona 1992 (España)

Uno de los momentos cumbre del olimpismo. Los Juegos Olímpicos de Barcelona siguen siendo, para muchos, los mejores de la historia. A pesar de su elevado coste, 15.400 millones de dólares, la opinión generalizada es que valió la pena porque situó a Barcelona en el mapa mundial y redujo el desempleo a la mitad.

7. Río de Janeiro 2016 (Brasil)

Por ahora, y a pesar de que ya ha pasado casi un año desde su celebración, no hay una cifra clara sobre su coste. Se estima que unos 15.000 millones de dólares, pero los constantes reajustes del presupuesto y los escándalos de corrupción podrían aumentar la cifra final y hacer subir a la ciudad unos cuantos puestos.

8. Tokio 2020 (Japón)

Las autoridades japonesas aseguraron que la contención del gasto sería una de las señas de identidad de los olímpicos de Tokyo 2020, pero todavía faltan tres años y ya se calcula que costarán el doble de lo esperado: al menos 12 mil 600 millones.

9. Seúl 1988 (Corea del Sur)

Los Juegos Olímpicos en los que reaparecía el tenis como deporte olímpico costaron 7.689 millones de dólares, la mitad de lo que costarían los de Barcelona cuatro años después. Unas Olimpiadas célebres por el escándalo del atleta canadiense Ben Johnson, que dio positivo por dopaje y perdió su medalla de oro.

10. Vancouver 2010 (Canadá)

La ciudad canadiense organizó unos Juegos Olímpicos que costaron 7.000 millones de dólares, pero alrededor del 90% procedían de inversión privada, por lo que el Gobierno consideró que había sido un buen negocio, en especial para Vancouver, que mejoró mucho sus infraestructuras.