Como cualquier evento masivo organizado en los Estados Unidos, existe siempre la constante amenaza de un ataque terrorista, aunque en la mayoría de las ocasiones no se tratan de peligros reales.
Sin embargo, como cada año, el Super Bowl es el objetivo de grupos criminales en la búsqueda para acertar una ataque, por lo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) se mantiene siempre alerta.
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El subsecretario interino del DHS, David Pekoske, señaló que existen amenazas, mismas que fueron hecho públicas durante la rueda de prensa del pasado miércoles.
"En este momento, un área particular de preocupación es el extremismo violento interno", señaló.
Pero añadió que no existe como tal una amenaza que creíble contra la organización del evento, aunque no descarta estar preparados para lo que pudiera presentarse.
"No vemos una amenaza creíble específica para este evento, pero queremos estar preparados", dijo.
¿Cómo se prepara la DHS?
Un evento de la talla del Super Bowl, está designado como Calificación 1 de evaluación en eventos especiales, esto desbloquea recursos federales para la seguridad del evento, aunque está considerado por debajo de la toma de posesión presidencial.
Para el domingo estarán presentes más de 500 miembros del personal del DHS, junto con el equipo de seguridad de la NFL, el FBI y el Departamento de Policía de Tampa, Florida.
JV