Carlos Alcaraz firmó en 2025 una de las temporadas más impactantes que se recuerden en el tenis moderno. Con apenas 22 años, el murciano no solo volvió a cerrar el año como número uno del mundo, sino que lo hizo imponiendo una autoridad competitiva pocas veces vista, combinando regularidad, carácter en los momentos límite y una madurez propia de un jugador consagrado. Su rendimiento a lo largo del calendario lo colocó como el gran referente del circuito ATP.
El español fue protagonista absoluto en todas las superficies y escenarios importantes. Desde los primeros meses del año dejó en claro que su ambición iba más allá de sostener su estatus. Buscó superarse a sí mismo, ampliando su palmarés y consolidando su “rivalidad” con Jannik Sinner como el eje de una nueva era del tenis masculino.
Más allá de los títulos, 2025 fue el año en el que el tenista confirmó su temple competitivo. Supo levantarse de derrotas duras, gestionó la presión de las finales grandes y protagonizó remontadas que ya forman parte de la historia del deporte. Todo ese recorrido terminó de convertirlo en uno de los deportistas más destacados del año a nivel global.
Las estadísticas de un año histórico para Alcaraz
Los números de Carlos Alcaraz en 2025 reflejan la magnitud de su temporada. Finalizó el año con un récord de 71 victorias y apenas ocho derrotas en el circuito ATP, un registro excepcional que lo llevó a conquistar ocho títulos. Entre ellos se destacan dos Grand Slam: Roland Garros y el US Open, además de Masters 1000 clave como Monte Carlo, Roma y Cincinnati.
A ese palmarés se suman los ATP 500 de Róterdam, Queen’s y Tokio, consolidando su dominio en distintos contextos y superficies. Además, alcanzó finales de altísimo nivel en el ATP 500 de Barcelona, Wimbledon y las ATP Finals, quedando a las puertas de ampliar aún más su cosecha.
Como si fuera poco, en términos económicos y de reconocimientos, fue uno de los jugadores que más premios acumuló durante la temporada.
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La rivalidad con Sinner y la final épica en Roland Garros
Si hubo un hilo conductor en la temporada 2025 del murciano, ese fue su duelo permanente con Jannik Sinner. Ambos se enfrentaron en instancias decisivas a lo largo del año, protagonizando partidos que marcaron época. El punto más alto llegó en la final de Roland Garros, donde Alcaraz logró una remontada legendaria tras levantar tres match points en contra.
Ese triunfo, conseguido después de más de cinco horas de juego, quedó grabado como una de las mejores finales en la historia del Abierto francés. Más allá del título, el partido simbolizó la fortaleza mental del español y su capacidad para rendir al máximo cuando todo parece perdido. El “Zorro” tuvo su revancha en Wimbledon, pero la balanza anual terminó inclinándose a favor del español.
Carlos Alcaraz se separó de Juan Carlos Ferrero, su entrenador
El 2025 también estuvo marcado por un cambio profundo fuera de la pista. Tras siete años de trabajo conjunto, “Carlitos” y Juan Carlos Ferrero pusieron fin a una de las relaciones entrenador-jugador más exitosas del tenis reciente. Juntos construyeron un camino que llevó al español de promesa juvenil a múltiple campeón de Grand Slam y número uno del mundo.
El relevo quedó en manos de Samuel López, quien ya integraba el cuerpo técnico y asumió como entrenador principal de cara a 2026. La decisión, sorpresiva por el momento en que se dio, abrió un nuevo capítulo en la carrera del tenista.
