Como portero de Chivas, Oswaldo Sánchez jugó su último partido el 10 de diciembre de 2006, en el Estadio Nemesio Díez, ganando la final de vuelta ante el Toluca. El capitán del Rebaño fue parte de la épica que logró su equipo en casa de los Diablos, en una definición que les dio el título con un global de 3-2.
En medio de jugadores como Omar Bravo, Adolfo Bautista y Ramón Morales, Oswaldo levantó el trofeo y celebró con los aficionados rojiblancos, el fin de una liguilla memorable bajo el mando de José Manuel de la Torre. Lo hizo sabiendo que era su última tarde bajo los tres postes del Rebaño. Y que las razones las iba a guardar en secreto.
Seguir leyendo ...
Casi 14 años después, el exportero de la Selección Mexicana reveló los motivos que lo orillaron a dejar al equipo, tras ocho días de esa final. Explicó que la directiva tapatía lo llamó para decirle que no entraba en planes para el próximo torneo, aún con contrato vigente y en pleno repechaje.
“Yo no entendía nada. Lo único que hice fue pedir paciencia ya que yo tenía fe en que podíamos avanzar y salir campeones, pero lamentablemente la decisión estaba tomada”, contó en una publicación, en la que expuso un par de ofertas recibidas durante las horas previas a la definición por el título.
“Recibí una llamada del presidente de Santos (Alejandro Irarragorri), para decirme que el equipo estaba a mi disposición. En ese momento, no pude responder, sólo pedí que dejaran concentrarme en el partido. Al finalizar la llamada, recibí otra, en esta ocasión de un directivo de Tigres con el mismo mensaje. Respondí lo mismo”, agregó.
A pesar de conseguir el título, el entonces capitán de Chivas tuvo que irse. Pocos supieron sus verdaderos motivos, hasta ahora. “Hay veces en que la gente se tiene que enterar de ciertas cosas de viva voz, como hoy, que se enteran de cómo fue el proceso de mi salida de Chivas”. El tiempo, sin embargo, le ayudó a curar las heridas.
AAH