La pasión de los aficionados al futbol en Argentina no tiene límites. En medio de la pandemia por coronavirus, cientos de fanáticos de Newell’s Old Boys acudieron al Estadio Marcelo Bielsa, para apoyar a su equipo ante Boca Juniors, desde las calles aledañas.
Con el inmueble a puertas cerradas, los rosarinos se agruparon en uno de los accesos y desafiaron a la policía montada, que, después de cerrarles el paso con vallas de madera, los dispersó con balas de goma al aire.
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Aunque en Rosario y Buenos Aires están prohibidas las reuniones multitudinarias, los hinchas de Newell’s saltaron las reglas y organizaron un banderazo en la previa del encuentro, en uno de los centros recreativos más populares de la ciudad: el Parque Independencia.
Conforme se fue acercando la hora del juego, vinieron los problemas. Porque fue entonces que los cientos de rojinegros comenzaron a avanzar hacia el estadio, específicamente hacia la puerta del estacionamiento, con la idea de darle la bienvenida a sus jugadores y hacer sentir su pasión frente a los jugadores de Boca.
La gente, entonces, se encontró con la policía y, en seguida, corrió a resguardarse luego de la detonación de varias balas de goma al aire. La cosa no pasó a mayores gracias a la rápida intervención de las autoridades, que evitaron cualquier tipo de enfrentamiento con el autobús de los xeneizes. No se reportaron detenidos.
AAH