Álvaro Jiménez es un portero juvenil de la División de Honor del Racing de Santander. En uno de sus últimos partidos, contra el Atlético Perines, el guardameta puso en práctica la estrategia que utiliza para atajar penales: de rodillas sobre la línea y con los brazos en cruz.
El juego del despiste le funcionó, de la misma manera que en tres de los últimos cuatro tiros desde los once pasos que ha logrado detener en esta temporada. Aunque algunos porteros prefieren distraer al rival con desafíos verbales, Jiménez descubrió que su postura en el mano a mano era más efectiva.
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Con Jiménez arrodillado y la portería casi abierta, el gol parece algo más sencillo. No obstante, justo antes de que el rematador entre en contacto con la pelota, todo cambia: porque el joven entonces se levanta y la fuerza de piernas lo impulsa a desplazarse hacia uno u otro costado.
La curiosa estrategia quedó retratada en un video que rápidamente circuló por redes sociales y que mostró a Jiménez atajando un nuevo tiro desde el manchón de penalti, con la misma dinámica. Aunque el desafío puede ser discutido, los números avalan al joven guardameta del Racing de Santander.
AH