Lunes 16 de Septiembre 2024
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Así eran las fiestas de Raúl Allegre con Robert de Niro y Al Pacino

El ahora analista de futbol americano cuenta un poco sobre los privilegios que tuvo al ser campeón de dos Super Bowl con los Giants

Fuente: Instagram @reallegre / APCréditos: Fuente: Instagram @reallegre / AP
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La vida personal de las estrellas de futbol americano y Hollywood llaman poderosamente la atención. Entrar a la intimidad de sus vidas sociales es para muchos una enigmática lluvia de anécdotas que los fans desean conocer. Como las fiestas en las que andaba Raúl Allegre. 

El ahora analista fue dos veces campeón del Super Bowl con los New York Giants, pero también militó como pateador con los equipos de Baltimore e Indianapolis Colts y los New York Jets, eso le valió popularidad y reconocimiento, no sólo de los fans, sino también de las estrellas del cine. 

Allegre contó cómo fueron esas fiestas con las estrellas de Hollywood y la música, además de los privilegios que le daba ser una figura de los emparrillados. 

Después de ganar el Super Bowl me fui a Nueva York porque me invitaban a cada pachanga que ya te imaginas. Era bien divertido, tenía acceso a cualquier evento cultural, conciertos, óperas, obras de Broadway, a mí me invitaron a fiestas con Robert de Niro, Al Pacino, Phil Collins, ahí tengo las fotos, de vez en cuando la subo en mi cuenta de Twitter”, expresó Allegre en charla con Javier Alarcón en su canal de Youtube.

También contó que muchas puertas se le abrían como parte de un equipo campeón del Super Bowl, incluso a la hora de mirar otros deportes. 

En la temporada de beisbol íbamos a ver los juegos de los Mets en palcos, íbamos a los juegos de los Yankees en el antiguo Yankee Stadium”, dijo en la misma entrevista.

Nacido en Torreón, Coahuila, Allegre jugó nueve años en la NFL. Su carrera se vio truncada por las lesiones y el desconocimiento, pero recuerda su etapa como jugador y lo bien que lo pasaba al momento incluso de firmar autógrafos, lo que le dejaba una buena suma de dinero.

Era bien divertido, tenías muchas sesiones de autógrafos, que te pagaban bien solamente por una hora de ir a firmar autógrafos. Sí me regresé a Nueva York en el 87”, finalizó. 

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