¿Se te pasaron las copas en la celebración del Día de la Independencia? Si es asi, entonces es muy probable que tengas una resaca que generalmente debe ser tratada hidratándose, sin embargo, muchas personas consideran que la sandía es mala para esta condición y aquí te diremos si es es verdad o no.
Por generaciones se ha transmitido la creencia de que por ser una ‘fruta fría’, la sandía puede resultar muy peligrosa si se consume con resaca e incluso hay quien asegura que tampoco se debe hacer por las noches porque puede resultar dañino para el sistema digestivo, pero nada más alejado de la realidad.
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Un estudio publicado por el Instituto de Gastroenterología del Hospital de Clínicas de Uruguay afirma que es un mito que la sandía nos cause la muerte si es que la consumimos junto con el alcohol, solo es muy probable que caiga pesado y, por el contrario, podría ayudar a aliviar el dolor de cabeza causado por la resaca debido a su alto contenido en L-citrulina.
No obstante, existe una pequeña posibilidad de que sea dañina para los riñones si se come constantemente por la noche tras una resaca por el alto índice de potasio, sin embargo, es una ley de la vida que todo en exceso es perjudicial para la salud.
Foto: Especial
¿Con qué alimentos puedo aliviar la resaca?
Ahora bien, si todavía queda ese miedo de consumir sandía tras una resaca, entonces podríamos considerar otras opciones de alimentos para ayudar a nuestro cuerpo a superar ese problema y, a continuación, enlistamos algunos de ellos:
- Plátano. Son ricos en potasio y pueden ayudar a reponer las reservas del cuerpo.
- Pepinillos. Son ricos en sodio, uno de los electrolitos que se pierden cuando se bebe en exceso.
- Miel. Ayuda a mejorar los síntomas de la resaca por su contenido de fructosa.
- Nueces. Tiene alto contenido de magnesio, otro elemento para aliviar los síntomas de la resaca.
- Espinaca. Es rica en ácido fólico, que se puede llegar a agotar con el consumo de alcohol.
Finalmente, recordamos que el exceso de alcohol puede resultar nocivo para la salud, por lo que se recomienda moderar su consumo y, si existe una condición de salud persistente, acudir con un médico de cabecera para recibir un diagnóstico más preciso.