A raíz de la pandemia no solo los mexicanos, sino millones de personas más alrededor del mundo comenzamos a estar expuestos a un nuevo y lamentable problema de salud mental que afecta por igual a jóvenes que a los adultos mayores y que requiere atención urgente, tanta que la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS) ya elabora un plan global para atender la soledad.
Según un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de la OMS, el número de adultos mayores que recibió algún tipo de tratamiento por problemas de salud mental a causa de la soledad aumentó durante la pandemia del Covid-19: En 2021, en plena pandemia, el 22 por ciento recibió tratamiento, mientras que en 2019 esa tasa era del 19 por ciento.
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El doctor Gustavo Alva, integrante de la Junta Estadunidense de Psiquiatría y Neurología, durante una entrevista para la Voz de América, reconoció que “durante la pandemia había tres veces más probabilidades de ver personas afectadas por la soledad de forma prolongada, pero también hay otras circunstancias que pueden afectar el incremento de problemas de salud mental”, por lo que la OMS ya emitió una alerta.
Y tiene razón, tanta que Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes Sociales de la OMS, afirmó en entrevista con Carmen Aristegui que la soledad y el aislamiento social pueden ser tan peligroso para la salud mental como otros factores como el tabaquismo, la obesidad y la diabetes, entre otros que significan un auténtico problema.
Así nos afecta la soledad como problema de salud pública mundial
En muchas personas, la OMS considera que la sensación de sentirse solo es cada vez más persistente, por lo que de forma urgente creó ya una comisión especial formada por varios líderes mundiales en materia médica, entre ellos el cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, quien ha dicho que los efectos de la soledad en la mortalidad equivale a fumar 15 cigarrillos al día.
“Ahora sabemos que la soledad es un sentimiento común que experimentan muchas personas. Es como el hambre o la sed. Es una sensación que nos envía el cuerpo cuando nos falta algo que necesitamos para sobrevivir”, aseguró Murthy en mayo. “Millones luchan en las sombras y eso no está bien. La soledad está afectando especialmente a los jóvenes de entre 15 y 24 años, 60 por ciento de los cuales manifestaron sentimientos de tristeza o desesperanza persistentes, mientras que las personas mayores confiesan sentirse solos, sin nadie en quién apoyarse, a pesar de tener hijos: La soledad te va matando lentamente”, concluyó.
EG