Vanessa Huppenkoten está más feliz que nunca, pues el día de ayer se casó por segunda vez y en menos de una semana iniciará con la cobertura del Mundial de Qatar 2022. La guapa y talentosa conductora de la cadena ESPN no pudo ocultar su felicidad, pues compartió varias fotografías de su boda en su cuenta de Instagram, aunque por lo regular no suele dar detalles sobre su vida privada en las redes sociales.
Su primer esposo fue Juan Fernández Recamier, pero las cosas no funcionaron y rompieron años después, ahora el afortunado es el empresario Ricardo Dueñas, quien es director general del Grupo Aeroportuario Centro Norte OMA. La ceremonia se llevó a cabo la tarde de este sábado 12 de noviembre, en el jardín del Museo Diego Rivera Anahuacalli, ubicado en la Ciudad de México.
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La también modelo mexicana con raíces alemanas se ve muy feliz en las fotos y videos que compartió, se la pasó cantando y bailando con su nuevo amor. También pasó momentos muy especiales con sus familiares y amigos.
La parte más emocionante de la fiesta, sin duda alguna, fue cuando aventó el ramo de flores, pues las solteras se pelearon por él para ver quién será la próxima a la que le pedirán matrimonio. Lo más divertido fue el baile, la mayoría de los invitados se pararon de sus mesas para sacarle brillo a la pista. Eso no fue todo, durante la cena hubo un video mapping y un espectáculo de alebrijes luminosos.
Vanessa Huppenkothen contó cómo fue que le preguntaron si se quería casar, se encontraban en Positano, Italia, cuando de repente llegó un trio a tocar la famosa cancón 'What a Wonderful World' de Louis Armstrong, luego Ricardo Dueñas se arrodilló enfrente de ella, metió la mano a su bolsillo y sacó la caja con el anillo. Ella inmediatamente le dio el 'sí'. El momento fue tan emocionante que ambos se pusieron a llorar, mientras las personas que estaban a su alrededor les aplaudieron.
La conductora del noticiero SportsCenter se veía realmente hermosa con su vestido blanco, el cual consiguió en la exclusiva tienda de la diseñadora estadounidense Vera Wang en Nueva York.
EG