El futuro de Red Bull sigue generando polémica, y en medio de los constantes cambios dentro del equipo, Max Verstappen ha dejado claro que su prioridad es su propio rendimiento. La incorporación de Yuki Tsunoda a la máxima autoridad del automovilismo ha sido vista como una oportunidad para el japonés, pero el neerlandés no planea facilitar su adaptación.
El dominio de la escudería austríaca en los últimos años se ha visto opacado por la incertidumbre en el asiento de su segundo piloto. Desde la salida de Sergio “Checo” Pérez, el equipo ha probado distintas combinaciones sin éxito, y ahora el joven Tsunoda es el elegido para asumir el desafío. Sin embargo, “Mad Max” ha sido tajante al afirmar que no siente la responsabilidad de ayudarlo, marcando una clara diferencia de posturas dentro del equipo.
Las declaraciones del tricampeón del mundo han dejado en evidencia la distancia que existe entre él y su nuevo compañero, dejando entrever que Yuki tendrá que aprender por su cuenta el manejo del RB21, un monoplaza que ya ha demostrado ser complicado para varios pilotos.
“Las opiniones difieren al respecto. Personalmente creo que ser el equipo dominante y tener el coche más rápido es mucho más importante. Entonces tú mismo determinas el resultado en lugar de depender de cómo lo hacen los demás. Ahí es donde debería estar nuestro foco”, comentó Verstappen en entrevistas previas al arranque del GP de Japón.
Max Verstappen marca distancia con Yuki Tsunoda
Durante las entrevistas previas al Gran Premio de Suzuka, Max fue claro al ser cuestionado sobre su relación con el piloto de 24 años y la ayuda que podría ofrecerle en su proceso de adaptación. "Solo lo vi brevemente ayer, he estado muy ocupado en la fábrica. Y al final, él no es mi responsabilidad", comentó el neerlandés, enfatizando que cada piloto debe descubrir por sí mismo cómo manejar el RB21.
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Además, al preguntarle si Tsunoda merecía el asiento en Red Bull, el europeo minimizó la situación, afirmando que "todos los que intentan triunfar en este deporte trabajan para ello todos los días. Se merecen una oportunidad, seguro". Con esto, dejó en claro que no tiene una opinión contundente sobre el ascenso del japonés.
Red Bull y su propia crisis
Más allá de la llegada de Yuki, la escudería atraviesa un momento de incertidumbre. Verstappen reconoció que el equipo enfrenta una crisis de rendimiento y que la inestabilidad en su alineación de pilotos es solo un reflejo de problemas más profundos. "Lo hecho, hecho está. Es más importante mirarnos a nosotros mismos y seguir trabajando para mejorar el coche", señaló el neerlandés, destacando que la verdadera preocupación debería ser el rendimiento del auto.
Por otro lado, no dejó pasar la oportunidad de referirse a Checo Pérez, asegurando que ahora muchos reconocen las dificultades que el mexicano enfrentó con el auto. "Ahora sí todos pueden decir: ‘pobre Checo’, pero al final nos hemos metido en esta situación", sentenció el campeón, dejando claro que el equipo liderado por Christian Horner es el principal responsable de su actual panorama.