La noche más difícil de Hugo Ayala ocurrió ante el Toluca. El zaguero de Tigres entró de cambio, a los 45 minutos de partido, con el marcador 2-0 a favor de su equipo y el boleto a la liguilla casi asegurado. Ricardo Ferretti, técnico de los felinos, lo mandó al campo para reforzar la seguridad y mantener el dominio del juego en el segundo tiempo.
Ayala, capitán de los regiomontanos en otros torneos, entró en acción como una de las voces de mando dentro del campo, pero falló desde su primer contacto con la pelota. En uno de los ataques de los Diablos, el defensor quiso cortar un centro de Alan Camacho, buscando el remate de Alexis Canelo, y lo mandó al fondo de su propia puerta (52’).
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Para entonces, Ayala tenía apenas siete minutos en el juego. Luego, un minuto después, una entrada tardía del zaguero sobre William Da Silva, en el centro del campo, fue suficiente para que el árbitro Fernando Hernández le mostrara la tarjeta roja, juzgando una fuerza desmedida. Cuando se encaminaba a los vestidores, el jugador de Tigres recibió el respaldo del VAR y se mantuvo con la tarjeta amarilla.
El vía crucis de Ayala, sin embargo, no quedó ahí. Porque menos de 20 minutos después, al 71’, recibió la segunda amonestación por cortar un ataque de los Diablos y nada pudo salvarlo de salir expulsado. Fueron en total 26 minutos de participación en el repechaje. Los más difíciles en la carrera del regiomontano, desde hace varios torneos.
AAH