Previo a la despedida del Diego Armando Maradona en la Casa Rosa, se viralizaron un par de fotografías en las cuales empleados de la funeraria Pinier aparecían a lado del cuerpo del fallecido jugador.
Estas imágenes causaron indignación en fanáticos del ícono argentino, mismos que fueron identificados como Diego Molina y Claudio Ismael Fernández y su hijo.
Seguir leyendo ...
Estos días han sido complicados para los empleados, quienes no sólo perdieron su trabajo, sino hasta recibieron amenazas de muerte por redes sociales, así lo comentaron en entrevista para Radio 10 en Argentina.
"He recibido amenazas. Soy de barrio, me conocen. Me dicen que me van a matar, que me van a romper la camioneta, amenazan a mis hijos, y no soy de esa clase de personas. Esa foto no fue sacada de mi teléfono, la sacaron de otro, eso es lo peor de todo. Jamás pensé que la iban a subir o que la iban a pasar a un grupo o viralizar. Le pido disculpas a la familia Maradona", comentó.
También justificó el hecho, asegurando las imágenes no fueron tomadas desde su celular y que ya antes había trabajado para la familia Maradona y jamás se tomo una fotografía con el diez a pesar de haber convivido con él en vida.
"Yo con (Sepelios) Pinier y con varias cocherías trabajo hace varios años. Soy de las personas que no piensan en sacar fotos de féretros o fallecidos por respeto. ¿Qué te puedo decir? Estábamos acomodándolo, ya para llevarlo, y me dicen 'flaco' y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y sacaron la foto. Pido respeto y perdón a todos. Yo le hice el servicio al papá de Maradona, al cuñado, y jamás lo hice. Estuve con Maradona cerca en vida. Y no lo hice en vida, sabiendo que es mi ídolo, no lo voy a hacer de fallecido. No hay intención. Sé que mucha gente se ha ofendido, sé que lo han tomado mal. Me están llamando de todos lados. Sé que molestó. Pero nunca antes pasó", relató.
Fernández se deslindo de lo ocurrido, pues volvió a señalar que las fotografías no salieron de su teléfono y fueron tomadas sin su consentimiento, asegura sólo volteó cuando le llamaron.
"Me echaron por algo que yo no hice. Y la empresa no tiene la culpa, tampoco. Si ves la foto -soy el de anteojos- levanté justo la cabeza. Estaba acomodándolo, me dijeron 'flaco' y justo levanté la vista y mi hijo levantó el pulgar. Nada más. Fue algo instantáneo. Yo lo que más quería era dejarlo como un ídolo y que sus familiares se despidieran, como hicimos con toda su familia", dijo.
JV