Fue un gol de otro partido. Mónica Flores se encontró una pelota en tres cuartos de cancha, sola, asistida por una mediocampista de Pumas y probó suerte desde ahí sin imaginar lo que podía pasar. Su remate tomó altura, luego la perdió y, cuando se acercaba a la línea de meta, fue cayendo por encima de la portera Melany Villeda para convertirse en gol.
La genialidad de la zaguera del Monterrey quedó grabada a los 13 minutos del primer tiempo. Y no sólo significó la ventaja para su equipo, en la vuelta de los cuartos de final de la Liga MX Femenil; sino, sobre todo, un aliciente en la actitud y confianza de sus compañeras, para avanzar a las semifinales.
Seguir leyendo ...
Flores se estrenó como goleadora en el torneo femenil y dejó una estampa para el recuerdo en el Estadio BBVA. Aunque tuvo tiempo para controlar y acomodar la pelota, la futbolista quiso pegarle con todo el arrojo hasta mandarla por encima de las defensoras universitarias y meterla en el ángulo.
El rostro de incredulidad vino en seguida. Flores no tuvo tiempo de correr y desahogar la carga emotiva de semejante golazo. La alcanzaron sus compañeras, le dijeron cosas al oído y, después de unos segundos, pudo volver a su posición con la sorpresa de haber hecho más de lo imaginado. Un gol para la historia de la Liga MX Femenil.
AAH