No cabe duda que nos encontramos en una fecha sumamente especial para gran parte del mundo, tiempo para convivir con nuestros seres queridos y gozar de los regalos de Navidad. Pero otra de las cosas que más nos encantan del 24 de diciembre en la cena y por ello te decimos qué hacer para que el recalentado te dure más tiempo.
Aunque estos platillos se pueden realizar en cualquier temporada del año, muchas familias en México consideran una tradición realizar platillos como bacalao, pavo, entre otros. No obstante, gran parte de las personas realizan grandes cantidades de comida por lo que suele quedarse arrumbada en el refrigerador y termina por desecharse a los pocos días.
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Sí bien el recalentado es una de las actividades posteriores a la nochebuena más esperadas de estas épocas, existen personas que todavía no conocen Cómo conservar el recalentado para poder disfrutarlo durante más días. Sin mencionar que de alguna forma los alimentos de un día después tienen un mejor sabor que al momento de prepararse.
Debido a que se trata de platillos un poco complicados, hay que tener en cuenta que existe un tiempo máximo de conserva qué nos ayudará a evitar malestares estomacales o alguna clase de enfermedad. Es decir, en buen estado puede encontrarse al menos 4 días, pero de manera congelada puede llegar a durar hasta dos meses.
¿Cómo conservar mejor el recalentado de Navidad?
Lo más importante de todo es tener refractarios correctos y adecuados para la conservación de los platillos del recalentado. Se recomiendan contenedores pequeños y que tengan tapa hermética, del mismo modo se recomienda no llevar la comida en la misma charola dónde fue preparada ya que podría no tener la suficiente cobertura para mantener frescos los ingredientes.
Por otra parte, es necesario que dejes que tu comida se enfríe antes de introducirla el refrigerador. Esto dependerá también si quieres guardar algo en la parte del congelador para comer en fechas posteriores o solamente mantenerlo para comerlo al otro día.
De acuerdo con expertos, se requiere que tu refri se encuentra por lo menos 5 grados para que pueda mantener las propiedades de los alimentos en buen estado, mientras que para poder calentar los de nuevo debes alcanzar una temperatura de más de 60 grados o llegar al punto de ebullición para que pueda recobrar el sabor que tenía.