Los batidos y los licuados se han convertido en parte fundamental de las dietas de aquellas personas que han incursionado en el mundo fitness o, bien, que ya tiene un tiempo prolongado en este estilo de vida. Ante ello, es preciso que conozcas cuáles son las principales diferencias, así como cuál de las dos es más saludable para tu cuerpo.
La ventaja que tanto los batidos como los licuados tienen es que ambos, prioritariamente, están compuestos de frutas y algunas verduras, lo cual hace que su consumo sea benéfico, sobre todo, en las primeras horas del día al momento de realizar tu desayuno o, bien, antes de realizar alguna actividad física en el gimnasio o al interior de tu hogar.
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Es así como los batidos y los licuados se han convertido en un aspecto prácticamente obligatorio en cada una de las personas que radican en el país y que cuentan con una dieta alimenticia. Dicho lo anterior, es fundamental que conozcas cuáles son las principales diferencias entre ambas, así como la más saludable entre las dos.
Diferencias entre los batidos y los licuados
Si bien ambas bebidas son sumamente interesantes gracias a la cantidad de nutrientes que tienen en cuanto a frutas y verduras se refiere, la principal diferencia entre una y otra radica en que, mientras los batidos trituran la fruta entera con todo y su fibra, los licuados, más que triturar, licúan o exprimen estas, lo cual hace que su complemento no sea cien por ciento real.
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Bajo esta panorámica podría decirse que, a nivel nutricional, la mejor opción serían precisamente los batidos toda vez que favorecen más la saciedad. En adición a ello, pueden contar con una serie de proteínas y grasas saludables gracias a la combinación que estos pueden tener como, por ejemplo, el yogurt, lo cual hace de este alimento uno sumamente completo.
El licuado puede contener más azúcar
Se podría pensar que, al licuar o exprimir, los licuados necesitan de más frutas que de los batidos, lo cual hace que el nivel de azúcar aumente considerablemente en relación a su “rival”. Tal situación también afecta al metabolismo y a la salud digestiva, así como al aparato hormonal y la microbiota, respectivamente hablando.
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AC