¿Creías que las relaciones podrían no verse comprometidas por los tipos de apego que desarrollamos como seres humanos? Especialistas revelaron cuáles son las 4 tipologías más comunes que se presentan en la actualidad, ¿Habías escuchado de ellos? Estas son las recomendaciones para trabajarlos.
¿Tienes una noción acerca de lo que significa apego, pero no conoces exactamente la explicación del término? John Bowlby y Mary Ainsworth fueron los primeros en definirlos; a la par, en determinar cómo inciden en el desarrollo de las relaciones: se trata de la manera en que los seres humanos están acostumbrados a vincularse con los demás.
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Este hecho deviene directamente de la infancia: desde cómo es que, como niños, buscamos amparo y protección en figuras paternas para privilegiar nuestras necesidades y emociones; de ahí que, una vez que crecemos, el apego se traslada y adapta en las relaciones. ¿Qué formas son las más usuales y qué recomendaciones implementar?
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¿Qué tipo de apego podrías tener y cómo impacta en las relaciones?
De acuerdo con los expertos de CuidatePlus, el apego seguro se caracteriza por la confianza individual, la apertura emocional y un panorama más realista de las relaciones; por lo que no tratarás de poner en tela de juicio el respaldo de tu pareja. Caso contrario al ansioso-ambivalente, distintivo de la dependencia y el miedo al abandono; lleno de celos e inseguridad.
En el apego evitativo, los seres humanos no ahondan demasiado en las relaciones porque están acostumbrados a valerse por su cuenta; dicho rubro genera un bajo nivel de implicación emocional, con tal de eludir el dolor. ¿Qué hay del desorganizado? La idea principal es que cualquier persona que quieres puede atentar contra tus sentimientos; hecho que dificulta los vínculos.
¿Qué sugerencias habrías de aplicar para tratar los apegos?
Psicólogos del podcast Mentes Abiertas gestaron las siguientes recomendaciones para actuar frente al apego en las relaciones: mejorar el autoestima, no dejar de lado tus objetivos propios, disfrutar de la soledad, procurar la independencia emocional; sin evadir ser asertivo y no posesivo en todo momento.
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