Parece que no, pero la verdad es que las emociones influyen y mucho en la infertilidad, tanto así que las parejas tienen que recurrir a distintos tratamientos para poder tener un bebé. Aquí te decimos cómo afecta tu estado anímico en la posibilidad de poder embarazarte. Chécalos.
En México, 17 por ciento de las mujeres en edad reproductiva padece infertilidad, que afecta al menos a 1.5 millones de personas, de las cuales el 17 por ciento son mujeres en edad reproductiva, según datos revelados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), por lo que es fundamental un plan de salud reproductiva para aquellas personas que sueñan con tener un bebé y cuyas posibilidades se ven afectadas por las emociones.
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De la envidia a la pena y desesperación, la infertilidad en México
La infertilidad es la imposibilidad de lograr un embarazo, después de un año de vida sexual activa, sin uso de anticonceptivos, una crisis vital de no concebir un bebé a la que contribuyen muchos factores y se traduce en un gran desgaste de emociones, por su carácter cíclico. Se repite una y otra vez la vivencia de esperanza (al inicio del ciclo) y fracaso (cuando llega la menstruación) por sentimientos de inadecuación, desesperación, pena, envidia y celos hacia la mujer embarazada, miedo, pérdida de la libido, disfunción eréctil, inestabilidad emocional, pérdida de la autoestima, culpa, depresión e ideación suicida.
Se han descrito trastornos sicosomáticos, represión de las reacciones emocionales, deseo frenético de adoptar un bebé rápidamente o incorporarse a algún programa de fertilización asistida, aunque luego del fracaso terapéutico y el desenlace habitual, 50 por ciento de las parejas con infertilidad presenta alguna alteración sicológica y de emociones importante, por lo que la necesidad de la participación activa de los profesionales de la salud mental junto a los equipos de medicina reproductiva se vuelve fundamental.
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Tratamientos para tener un bebé
Más que un desafío, la infertilidad se presenta como una oportunidad para explorar y hacer uso de las diversas opciones de tratamiento disponibles, pues la conjunción de apoyo emocional, tratamientos de fertilidad adaptados a las necesidades individuales y un enfoque integral hacia la salud reproductiva puede abrir paso al cumplimiento del sueño de tener un bebé. En este contexto, las mejores opciones son:
FECUNDACIÓN IN VITRO
- Se realiza el encuentro entre óvulos y espermatozoides fuera del cuerpo y se implantan los embriones resultantes en el útero.
INSEMINACIÓN INTRAUTERINA
- Se colocan espermatozoides en el útero durante el período de ovulación, aumentando las posibilidades de fertilización.
INDUCCIÓN DE LA OVULACIÓN
- Con medicamentos se estimula la ovulación y aumenta la probabilidad de concepción, al liberar múltiples óvulos durante el ciclo menstrual.
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