Si eres una persona activa en cuanto al apartado del amor se refiere, entonces esta información es para ti. Tener relaciones se ha convertido en un tema fundamental en la vida de muchas parejas establecidas dentro y fuera del país, por lo cual es preciso que sepas por qué es importante -o no- bañarse antes y después de realizar este acto.
Tener relaciones sexuales con tu pareja no solo ayuda a que ambos se conecten en un apartado físico, sino que también genera vínculos tanto emocionales como mentales que muy difícilmente se pueden borrar. Ante ello, son pocas las personas que entienden la importancia de bañarse antes y, sobre todo, después de haber tenido actos eróticos.
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Y si bien se trata de un acto de limpieza para con tu pareja, la realidad es que bañarse antes y después de tener relaciones sexuales va más allá de complacer a ese ser querido, pues lo anterior también cuenta con connotaciones de salud para contigo mismo. Por ende, en los siguientes párrafos podrás conocer más de lo anterior. ¿Estás listo?
Es importante bañarse antes y después de tener relaciones
Como sabes, la higiene es uno de los aspectos principales si lo que quieres es mantener una salud sana y estar libre de cualquier enfermedad o bacteria. Tal situación está directamente relacionada con el deseo sexual que todas las personas tienen y nos referimos específicamente a las relaciones eróticas que hombres y mujeres profesan.
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Al tener coito o cualquier tipo de relación erótica se comparte un sinfín de cosas como lo son fluidos, sudor y saliva. En ese sentido, y de acuerdo con la ginecóloga Leah Millheiser, hasta el momento no existe evidencia científica que avale algún beneficio claro de bañarse antes y después de tener relaciones, por lo que el no hacerlo no supone riesgos para la salud.
Consejos para tener relaciones sexuales saludables
El artículo WebMD también hizo mención en lo dicho por la experta; sin embargo, no eximió la posibilidad de brindar algunos consejos para que tus relaciones sean más limpias. Entre ellas destacan lavarse las manos antes y después de acariciar los genitales, así como evitar el uso de jabones o perfumes y, finalmente, usar ropa interior de algodón sobre la holgada para evitar la aparición de hongos y/o bacterias.
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AC