Siempre nos han dicho que la alimentación es importante para cuidar nuestra salud y de ello hemos hablado en otras ocasiones. ¿Pero qué sucede cuando cuidar lo que comemos tiene que ver con una enfermedad tan relevante como el cáncer? Para contestar esta y otras preguntas, en entrevista exclusiva con Heraldo Deportes, conversamos con el Dr. Abdel Karim Dip Borunda, Jefe del Servicio de Oncología Médica en el Hospital de Oncología de la UMAE, para que nos hable de la relación de la comida y la enfermedad.
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El cáncer es una de las enfermedades que más impacta en la sociedad mexicana pues según datos de la Secretaría de Salud se diagnostican alrededor de más de 195 mil casos en la República anualmente. Aún con todo esto y que la información suele ser clara aún prevalecen distintos mitos sobre esta enfermedad y la alimentación. Para eliminarlos y hablar con datos certeros, el Dr. Abel Dip conversó en exclusiva.
¿El cáncer de forma inevitable lleva el deceso de la persona en cuestión?
El cáncer es una de las enfermedades que más afectan cotidianamente a la población mexicana y suele afirmarse o tener la mala sensación que en cuanto se le diagnostica a una persona cualquier tipo de cáncer significa que es una condena de muerte y que tanto la persona en cuestión como su familia tendrán que padecer la enfermedad.
“Estas son de las cosas tabús, porque en realidad por eso luego la gente se niega, y es como decir ´mejor me hago a un lado, no vaya a ser que salga algo por allí´. La respuesta es falso; la cuestión de al contrario, el tener la identificación de una enfermedad a tiempo es un panorama bastante favorable en la mayoría de los casos […] cuando se identifican se pueden llevar tratamiento quirúrgico e incluso omitir tratamientos que causan miedo como la quimio y la radio” comentó el doctor Abel.
Incluso comentó que a pesar de que sí, es probable que dentro de la genética se pueda ubicar algún daño que se convierta en cáncer, otorgando que haya al menos un 3% de probabilidad que se le herede a la descendencia. Pero el resto del porcentaje deviene a la forma de vivir cotidianamente y de la forma en que se alimenta la sociedad.
“Es importante hacer una diferencia; a mi me gusta mucho el ejemplo de decir que hay un 3% pues la mutación que viene de raíz es la que ya viene de fábrica. Ya tenemos un gen que viene defectuoso y ese es el que viene hereditario. Hay otros que mutan y producen la posibilidad de cáncer y esos no son hereditarios […] siempre están las dos vertientes pero en ambos existen protocolos para identificarlos”.
¿Qué tanto tiene que ver la alimentación de las personas con el desarrollo o prevención de la enfermedad?
La alimentación es la base de la salud pues aún y cuando se haga rutinas de ejercicio para tener un metabolismo fuerte, así como que no se cuenten con genes propensos a acarrear la enfermedad, el consumir cierto tipo de alimentos puede afectar e incluso hacer que las probabilidades de tener la enfermedad patológica incrementen.
“Hay un tema muy importante pues el tiempo limitado y todo esto nos expone mucho a estos alimentos ultra procesados y cada vez que se tiene un proceso adicional que los va haciendo más lejanos al alimento natural o a lo primario conlleva a una exposición o un deterioro de los nutrientes. Por ejemplo, las altas cargas de carbohidratos también generan otras sustancias como procesos inflamatorios crónicos y esto conlleva a procesos como de desgaste y fallas de problema inmunológico”.
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Esto da entender que los alimentos de comida rápida o de altos niveles de azúcares pueden generar cambios y alteraciones en el organismo por lo que el cuerpo se hace más débil y no puede generar barreras inmunológicas que puedan ayudar a la protección contra el cáncer.
“Las altas cargas de carbohidratos son los responsables en general (de alterar el organismo). Estos alimentos como papas fritas, empanizados… estas cargas de glucosa tan alta como refrescos son los que van generando un proceso de inflamación. En el caso de la azúcar pues sí, todos necesitamos el azúcar para vivir […] y aunque afecte, más bien es la parte de ir caminando en el consumo de este tipo de alimentos”, concluyó el doctor Abdel.