Muchas personas creen que si realizan ejercicio en ayunas bajarán de peso de forma más rápida. Aquí te decimos si eso es cierto o si es solo un mito.
En los gimnasios recomiendan no entrenar con el estómago vacío, pues dicen que si lo haces perderás masa muscular, pero no te espantes, no perderás volumen de un día para otro.
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Según esa teoría, cuando no desayunamos, el cuerpo se ve forzado a tirar de la proteína de los músculos para obtener la energía que necesita. No funciona exactamente así. Nuestro organismo almacena glucógeno en el hígado y en los músculos y, aunque por las noches disminuyen los niveles, queda una ‘reserva’, la cual es utilizada para realizar actividades físicas por las mañanas.
Si tu entrenamiento se vuelve más intenso, los depósitos de glucógeno en los músculos se van mermando y el cuerpo busca energía en los ácidos grasos libres. Si llegas al siguiente nivel, tu organismo buscará energía en las proteínas y en ese punto sí puedes perder masa muscular.
Tu cuerpo te da señales cuando hay una falta importante de glucógeno, puedes presentar síntomas como mareos, debilidad y fatiga.
¿Correr en ayunas ayuda a perder peso?
Se cree que salir a correr sin haber comido ayuda a quemar grasa y perder peso. Es cierto que tu cuerpo obtiene la energía que necesita de los ácidos grasos, pero esto no es un factor decisivo.
Si tienes una sesión de running de alta intensidad, como un entrenamiento a intervalos, el porcentaje de energía que viene de la quema de grasa es más bajo: sine embargo, el gasto energético y el consumo de calorías son mayores.
Si lo que quieres es perder peso, tienes que hacer un déficit calórico; es decir, tienes que quemar más calorías de las que ingieres. Te recomendamos ir con un nutriólogo y con un entrenador para que te ponga una rutina personalizada.
EG