Sufrir algún tipo de lesión en el pie no sólo se puede dar por hacer algún tipo de entrenamiento, el simple hecho de ir caminando y pisar mal puede hacer que tu ligamento se estire y sufras una torcedura. Aquí te diremos los mejores ejercicios para fortalecer un tobillo que sufrió un esguince de primer y segundo grado.
Seguramente te preguntas por qué no de tercero, aquí el caso ya es distinto debido a que en este grado, la lesión puede venir acompañado de una fractura.
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¿Qué es un esguince?
Un esguince es una lesión de las más comunes, estas pueden derivar en problemas de por vida. Cabe señalar que si no te cuidad un problema así en tu pie, los esguinces reiterados pueden provocar otro tipo de lesiones más graves, las cuales vienen acompañadas de dolo y además debilidad en las articulaciones a largo plazo.
¿Cuáles son los mejores ejercicios para rehabilitar un tobillo que sufrió un esguince de primer y segundo grado?
La principal base para rehabilitar un tobillo que sufrió un esguince de primer y segundo grado es el reposo que te recete el médico. Pero los ejercicios de rehabilitación son esenciales para asegurar una correcta recuperación.
Puedes comenzar a sanar tras el tiempo de reposo a caminar o a ejercer algo de peso mientras utilizas las muletas, siempre y cuando el dolor sea mínimo.
Si la lesión es de primer grado, puedes iniciar algunos ejercicios después de las 72 horas de haber sufrido el accidente. Puedes incluir estiramientos, entrenamientos de fuerza y de equilibrio durante las siguientes 4 semanas.
Recuerda que la alimentación también es fundamental, puedes consumir alimentos ricos en vitamina C, D y E. Frutas como la naranja, toronja, o cualquier cítrico, pero el pescado, salmón o sardinas son muy buenos para que tu cuerpo absorba los nutrientes con la vitamina E.
Un esguince de primer grado es cuando te tuerces, en este caso pasando 4 días puedes pararte a caminar, pinta una raya derecha y camina pisándola, repite esto unas 10 veces ida y vuelta en unos 2 o tres metros.
Con una toalla, colócala debajo de tus pies, con los dos extremos mueve poco hacia arriba y hacia abajo. Siéntate en una silla y sube las puntas de los dedos hacia arriba y hacia abajo.
En el caso del segundo grado, aquí son los mismo ejercicios, pero se sumará uno con una toalla, estírala en el suelo y trata de arrastrarla hacia ti, después mueve en forma circular el tobillo lentamente; ya de pie puede intentar quedarte en ese pie pero siempre con un punto de apoyo como una silla.
CA