Se trata, sin duda alguna, de uno de los trastornos mentales más importantes y llamativos que han evolucionado a lo largo de las últimas dos décadas. La vigorexia se encuentra dentro de los apartados más comunes en aquellas personas que aman el ejercicio, motivo por el cual es preciso que tengas cuidado y descubras si tienes alguno de estos 5 síntomas.
La vigorexia es un serio problema de salud que, aunque ya se sabe, aún se conoce poco de él. Forma parte de la dismorfia corporal y no es más que un trastorno en el cual, quien lo padece, guarda una estrecha obsesión con su aspecto físico al grado de modificar su rutina o conducta diaria y alimenticia a fin de alcanzar la imagen que tiene en su cabeza, por lo que es preciso que identifiques estos 5 síntomas.
Te podría interesar
Estos 5 síntomas, entonces, pueden ayudarte a identificar si pareces vigorexia o, bien, si alguna persona cerca a ti lo padece. Un ser con este trastorno nunca podrá verse lo suficientemente musculosa pese al intenso tiempo que haga ejercicio o que asista al gimnasio, motivo por el cual es necesario que estés consciente de esta información.
5 síntomas para saber si tienes vigorexia
El principal síntoma es el cambio tan abrupto en la alimentación y en el consumo de sustancias para aumentar la masa corporal, aunque también existe otro como es el perder demasiado tiempo mirándose al espejo y, de la misma forma, comparar el suyo con el de otras personas para que pueda identificar los rasgos que, según su persona, necesita mejorar.
Te puede interesar: Los músculos que se trabajan en la natación
El estrés y la ansiedad también aparecen en las personas que tienen vigorexia si, por alguna razón, se saltan alguna comida o una rutina de ejercicio, por lo cual convierten ambas en un estilo de vida. Finalmente, el último síntoma (de muchos más que pueden aparecer), va en relación con los posibles problemas tanto de hígado como de corazón que pueda padecer.
Ejercicio: ¿Cuál es el tratamiento para una persona con vigorexia?
Lo más recomendable es asistir con un experto en la materia para que sea él quien brinde un tratamiento adecuado para esta situación. En casos no tan elevados, se aconseja asistir con un psicólogo, aunque si el caso es grave no se descarta el uso de antidepresivos. Recuerda que todo, en exceso, tiene la capacidad de dañar tu cuerpo o tu mente.
Te puede interesar: Los mejores ejercicios para aliviar el dolor de espalda
AC