Si eres de los que creen que por hacer pesas o someterse a ejercicio de fuerza tu hijo se quedará chaparrito, nada más falso pues un reciente estudio desmitificó esa ida al encontrar y demostrar que más que afectar su crecimiento, dicho entrenamiento le trae grandes beneficios tanto físicos como sicológicos a niños y adolescentes.
Así como lo leíste y más, pues incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020 afirmó que los niños y adolescentes deberían hacer al menos una hora de ejercicio físico moderado o intenso todos los días de la semana, incluido el de fuerza, que cada vez es más importante para el desarrollo y prevención de problemas, sobre todo del aparato locomotor.
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Niños y adolescentes, los que más han crecido en número en los gimnasios
Y para muestra, un botón: los adolescentes son los que más están creciendo en número en los gimnasios para hacer ejercicio desde la pandemia, siendo incluso los que más mantienen la actividad y menos bajas registran, con inscripciones de menores de 20 años creciendo un 4 por ciento en España respecto a otros años.
De tal modo, se ha mostrado un incremento de adolescentes en las áreas donde se hace musculación, conscientes de que el ejercicio de fuerza es casi el más importante pues incluso los menores de 20 años muestran mayor fidelidad a los centros deportivos, según el octavo Informe de Gimnasios Low Cost en España (2020), que afirma que 27 por ciento de quienes acuden a los gimnasios suelen mantenerse, aunque en el caso de los adolescentes dicho porcentaje es más alto, hasta alcanzar 39 por ciento.
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El estudio que desmitifica el ejercicio de fuerza en adolescentes
En 2020, la Academia Americana de Pediatría publicó un estudio respecto al ejercicio de resistencia en niños y adolescentes, en el que desmiente que un niño no pueda aumentar la fuerza antes de la pubertad o que la resistencia pueda impedir el crecimiento, recomendando, incluso, que es importante involucrarlos en alguna forma de ejercicio de resistencia, independientemente de si practican otros deportes.
Además, refiere que el entrenamiento de fuerza trae numerosos beneficios para la salud al mejorar la densidad mineral ósea, la capacidad cardiovascular, la salud mental, la composición corporal, aumentar los lípidos en sangre y provocar mayor resistencia a las lesiones, aunque siempre y cuando se realicen con una correcta supervisión y una buena técnica.
EG