Muchas personas comienzan el camino del ejercicio sin conocer bien su cuerpo, sin un rumbo ni con los cuidados necesario, por lo que es muy frecuente que se lastimen y eso los haga abandonar la actividad para volver al sedentarismo. En cambio, quienes conocen del tema, no están excentos de las lesiones, sobre todo por exigirle de más al cuerpo. De ahí la importancia de los ejercicios de recuperación activa, los cuales se deben hacer para evitar lesiones en la rutina.
Independientemente de la actividad que se desempeñe, los atletas profesionales, amateur o aficionados deben seguir con un plan de entrenamiento, en el cual se tienen que contemplar los movimientos de recuperación, para que el cuerpo asimile el trabajo previo y no se exponga a lastimarse por sobrecargas, principalmente.
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Muchos consideran que sólo se debe dejar de ejercitarse, pero puede realizare un descanso activo para salud del atleta. La importancia no es la que se le debe dar a este tipo de rutinas.
“El término usado en el mundo del deporte es un cooldown o enfriamiento, que es un sinónimo de este protocolo. El error que se produce en las lesiones es que no se respetan muchas veces los tiempos de recuperación o que se exige más esfuerzo al cuerpo de lo que puede aguantar. Es importante, cuando se acaba la práctica deportiva, saber cuál ha sido la consecuencia de nuestros actos, ya que los dolores pueden variar. Por ejemplo, del más leve (una sobrecarga) al más grave (una fractura por estrés)", consideró el terapeuta Nicolás Ibarra a la revista Hola.
Ejercicios de recuperación activa para evitar lesiones
1.- Consiste en colocar las manos y las rodillas en el suelo y adelantar una pierna hacia delante, apoyando el pie en el suelo. Cuando hayamos realizado el ejercicio con ambas piernas, hay que incorporarse sin despegar las manos del suelo y elevando la cadera, también de forma alternativa. De este modo, estaremos estirando la cadena posterior.
2.- Requiere tumbarse boca abajo en el suelo y, después, apoyar las manos y elevar el tronco, tratando de mirar hacia arriba. Con las manos apoyadas en el suelo elevaremos el glúteo hacia arriba, creando con el cuerpo una especie de arco.
Después, y sin despegar las manos y pies del suelo, bascularemos el cuerpo hacia delante y hacia atrás sobre las puntas de los dedos de los pies, lo que nos permitirá estirar los gemelos.
3.- Busca recuperar los cuádriceps y consiste en sentarse en el suelo con las piernas dobladas hacia atrás, de manera que apoyaremos el glúteo sobre los talones. Después, echamos el tronco hacia atrás, aunque siempre de manera controlada para evitar lesiones o desgarros musculares.
Cuando hayamos terminado, habrá que llevar el tronco hacia adelante, manteniendo las piernas flexionadas, y tratar de estirar los brazos, tocando el suelo, lo más alejado posible. Repetiremos este ejercicio llevando los brazos a derecha e izquierda.