Cada época tiene su propia tendencia: en los 80 fueron los aerobics, luego el fitness, distintas modalidades de yoga y ahora, en pleno Siglo XXI, llega una nueva sensación llena de jadeos, sudor y éxtasis y que promete grandes resultados: Sanctum, la nueva disciplina de meditación creada por los holandeses Luuk Melisse y Gabriel Olszewski en Ámsterdam, Holanda, y que ya es tendencia en Abu Dhabi, Tel Aviv, Londres, Ibiza, Dubai o Marbella.
Nacida hace apenas tres años, Sanctum está revolucionando el universo fitness al crear comunidades nómadas y globales cuya pretensión es alterar las frecuencias corporales en el transcurso de una sesión diseñada para potenciar el físico y expandir la mente por medio de grandes resultados de meditación y éxtasis.
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¿Qué es y cómo se hace el Sanctum?
El Sanctum es una secuencia de movimientos holísticos enraizados en formas multidisciplinares de kundalini yoga, artes marciales, trabajo de la respiración, flujo animalista y fitness primigenio. Una práctica de meditación y éxtasis transformadora del bienestar que explora las frecuencias energéticas con movimientos conscientes, “jugando” con la música electrónica de Ámsterdam para brindar grandes resultados.
Con precios por sesión que van de los 45 a los 55 euros, el Sanctum lleva a una orgásmica sensación de absoluta meditación, euforia, éxtasis y liberación por medio de cascos galácticos y audífonos que convierten la experiencia en algo absolutamente inmersivo, una montaña rusa física y emocional de resultados durante la que sentirás el despertar de tu yo más profundo.
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Jadeos, sudor y gritos para percibir la fuerza de la vida en tu interior
Con una tormenta perfecta de jadeos, sudor y gritos, en una curiosa combinación del aeróbic clásico más ochentero, con ejercicios de entrenamiento militar y pinceladas de kundalini convenientemente aderezados con una selección musical que invita a la explosión vital, este método “juega” con nuestras pulsaciones, guiándonos hacia algo instintivo como es escuchar los latidos de nuestros corazones para percibir la fuerza de la vida en nuestro interior.
Con la respiración como herramienta esencial, el Sanctum nos lleva a un estado de éxtasis endorfínico, agotamiento y fraternidad que “nos conduce a escucharnos a nosotros mismos, caminar, desafiarnos...”, afirma el maestro Luuk Melisse contemplando los rostros de sus pupilos, quienes al terminar se dieron cuenta de que no se quedó corto.
EG