¡Para tener en cuenta! Si hay algo de lo que el cuerpo no puede prescindir es el agua, pues el líquido cumple con funciones esenciales como transportar nutrientes a la células, colaborar en la respiración y oxigenación sanguínea y participar en el buen funcionamiento del cerebro, así que esta vez te diremos qué le pasa al cuerpo si no bebemos o qué sucede si tomamos demasiada.
Lo primero que debemos mencionar es que, de acuerdo con un reporte del Gobierno de México, la cantidad ideal de consumo diario de agua por persona es de 2 a 3 litros, aunque eso puede cambiar en función de otros factores como el ejercicio constante o la edad.
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Cabe destacar que, además de las funciones ya mencionadas, el agua puede regular la temperatura corporal, mantener la piel hidratada, lubricar articulaciones y órganos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), todo ello gracias al contenido de calcio, magnesio y fluor, entre otros componentes.
No obstante, tenemos que dejar en claro que se debe ser muy cuidadoso con el consumo de agua porque nos podemos exponer a enfermedades diarreicas o infecciones respiratorias agudas, de ahí la relevancia de mantener una buena higiene.
¿Qué pasa si no tomo suficiente agua?
Ahora bien, dicho lo anterior, es momento de retomar el tema que nos concierne y es que el canal de YouTube de La Hiperactina afirma que los osmorreceptores ubicados en el cerebro son una especie de ‘sensor’ que indican al cuerpo cuándo debe tomar agua, pues se encogen cuando nos falta, lo que se interpreta como una señal para beberla.
Asimismo, la sed es un mecanismo que el cuerpo utiliza para decir que se ha deshidratado, pero también la liberación de la hormona antidiurética que está relacionada con los riñones y es un proceso que deriva en una coloración distinta de la orina que indica que debemos beber más agua.
En ese sentido, entre los principales efectos de no tomar agua se encuentran afectaciones a órganos como los riñones que hacen con más trabajo su labor cotidiana, por ende, debemos beber suficiente para protegerlos y también al cerebro porque nuestro rendimiento cognitivo se podría ver afectado.
Finalmente, recordamos que el exceso de agua resulta peligroso para el cuerpo porque puede disminuir el exceso de sodio en la sangre, lo que causará posibles vómitos, problemas de equilibrio y, en casos extremos, convulsiones.