La salud de las personas siempre se basa en tener un cuerpo atlético, y esto se puede lograr siempre y cuando se lleve a cabo una dieta saludable, así como una rutina de entrenamientos constante; y aquí te diremos cómo tener la cintura de avispa con ejercicio en 1 sólo minuto.
Recuerda que, antes de hacer este ejercicio de 1 minuto para tener la cintura de avispa, lo más recomendable es comer alimentos saludables, ya que una dieta balanceada hará que puedas tener un abdomen plano, así que evita azúcares, grasas saturadas y comida chatarra, las cuales sólo tienen calorías vacías.
Por otro lado, este ejercicio es ideal para todas las mujeres, quienes siempre están en su mayoría, tener una cintura de avispa; la cual se puede lograr con esta rutina de 1 minuto; y esta rutina es ideal para aquellas féminas de cualquier tipo de edad.
¿Cómo tener cintura de avispa con el ejercicio de 1 minuto?
Este ejercicio que sólo dura 1 minuto, es bastante efectivo para aquellas personas que quieran tener una cintura de avispa, además que cualquier mujer lo puede hacer y que, dentro de sus otros beneficios, mejora el metabolismo de las féminas que cuentan con 40 años, es por ello que aquí te diremos cómo llevarlo a cabo paso a paso.
- Párate derecha de espaldas a una pared, pero con unos 15 centímetros de distancia, coloca los brazos a los costados, separa tus pies a la altura de tus hombros.
- Comienza el movimiento dejando caer tu espalda hacia atrás hasta recargarte en la pared, pero mantén los pies en el lugar inicial.
- Levanta los brazos mientras dejar caer tu cadera hacia atrás, hasta recargarlas en la pared, para quedar en la posición de sentadilla.
- El último paso es el siguiente: regresa la cadera hacia adelante mientras bajas los brazos y tocas la pared con las palmas de las manos, repite este movimiento 100 veces al día por periodos de un minuto.
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¿Qué alimentos son ideales para tener un abdomen plano y una cintura de avispa?
- Frutos secos
- Huevos
- Frutas como la papaya, manzana, piña, plátano o la sandía
- Cítricos y frutos rojos
- Verduras como el pepino o los espárragos
- El salmón
- Yogur griego
- La avena, el jengibre, el té verde o el aceite de oliva
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