Hacer corajes y explotar nos puede traer muy grandes y duras consecuencias, por lo que para aprovechar mejor nuestras emociones, canalizarlas y hasta sacarles beneficios Alejandro Maldonado comparte una clase de yoga y algunas recomendaciones para que puedas controlar tu enojo de ahora en adelante y cambies así totalmente tu vida.
Además de relajación y tranquilidad, el yoga es importantísimo como filosofía para hacernos crecer como personas, por lo que Alejandro Maldonado ofreció una clase y recomendaciones para el programa ‘Hoy Día’ de Telemundo y que aquí te traemos para que ya no hagas corajes y, si los haces, sepas como controlar y hasta sacarle provecho a tu enojo.
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Más que hacer corajes por el pasado, mejor piensa en el futuro
Las reacciones que tenemos durante un enojo realmente no son buenas ni malas, pero sí las consecuencias que tienen a futuro, por lo que Alejandro Maldonado recomienda con el yoga mejor cosechar y buscar cosas más propositivas para manejar dichas situaciones, pues realmente lo importante no es lo que sucede, sino lo que hacemos con lo que sucede.
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Para que sepas manejar tu enojo, checa esta clase de yoga
Primero, vamos al piso para sacar todo el aire, doblar las piernas y traer las rodillas lo más cerca del pecho y sentir cómo se estira la espalda, que siempre está relacionada con las emociones. Ahora exhalamos, levantamos la cabeza y llevamos la nariz a las rodillas poco a poco, con serenidad.
Para que haya flexibilidad en el sistema nervioso, llevamos las dos rodillas hacia un lado, con los hombros bien pegados al suelo para que se abra un abanico en la espalda. Con la mano izquierda detenemos ambas rodillas y el brazo derecho lo llevamos hacia afuera y respiramos, sin prisa.
Ahora cambiamos las rodillas de lado, con la mano derecha sosteniéndolas y el otro extendido hacia afuera. Inhalamos y exhalamos, sin preocuparnos de más. De nuevo con las rodillas al cielo, para acercar otra vez la nariz a ellas, agarramos la izquierda, estiramos la derecha y nos impulsamos hacia adelante. Regresamos a nuestra posición inicial y cambiamos de pierna para finalmente reflexionar cómo nos sentimos ahora y cómo lo hacíamos antes.
Recuerda que debes desconectar la mente con el cuerpo, pues mientras la primera solo busca complicarte la existencia, el otro quiere traerte bienestar con sensaciones que debes aprovechar al máximo con una respiración tranquila, pausada y profunda.
EG