¡Para tener en cuenta! La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda completar 150 minutos de actividad física aeróbica por semana con disciplinas como el running, la natación o la danza, sin embargo, el yoga puede ser una excelente alternativa para evitar la debilidad en la vejez y aquí te traemos lo que la Universidad de Harvard dice al respecto.
El ejercicio constantes, aunado a la alimentación balanceada, es una de las claves para reducir el riesgo de padecer enfermedades a corto, mediano o largo plazo, principalmente relacionadas con el corazón, los huesos y los músculos, es ahí en donde cobra mayor relevancia esta información sobre el yoga.
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Cabe destacar que, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los dos grupos con menor porcentaje de personas físicamente activas son el de 45 a 54 años y el de 55 y más años, con 35.9% y 45.7%, respectivamente, así que no sería mala idea tratar de elevar esos porcentajes.
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Sin embargo, el yoga es un entrenamiento que requiere de cierta preparación, por lo que nuestra primera tarea será consultar a un médico de cabecera para saber si estamos en condiciones de completar una rutina de estas o no.
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¿Cuáles son los beneficios que el yoga trae para la vejez?
En este punto es importante recordar que el yoga es considerada una disciplina que conecta el cuerpo con la mente, se basa en distintas posturas en las que se armoniza la respiración y la meditación, además, funciona para perder peso, aumentar la masa muscular y comprender el funcionamiento del cuerpo.
De hecho, la Universidad de Harvard asegura que el yoga es una de las mejores rutinas para envejecer de mejor forma y es que investigadores encontraron que mejora la velocidad al andar e incluso la fuerza en las piernas.
Una cosa tan sencilla como levantarse de una silla puede complicarse con el paso de los años, sin embargo, el yoga podría ser útil para evitar que eso suceda pronto y los beneficios mentales también son bastante buenos a esas alturas de la vida.
“Nunca es muy tarde para iniciar la práctica del yoga o un régimen de ejercicios para ayudarte con tu estatus de salud en la tercera edad”, explica Julia Loewenthal, que formó parte del estudio.