Aunque no lo creas, el yoga es tan benéfico y versátil que además de llevarte al balance entre cuerpo y mente, también te ayuda a combatir la flacidez en brazos que muchas mujeres de más de 40 años sufren y que pueden combatir con estas 3 simples posturas que aquí te traemos para acabar de una vez por todas con las molestas “alas de murciélago”.
Las posturas de yoga nos permiten mejorar el equilibrio y aumentar la flexibilidad al mismo tiempo que conectamos con nuestro ser interior y nos sentimos tranquilas y en paz, pero también te ayudan a acabar con la flacidez en brazos con asanas perfectas para fortalecer y crear músculo e incluso eliminar áreas problemáticas como las “alas de murciélago”.
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Las 3 posturas de yoga que te ayudarán a combatir las ‘alas de murciélago’
Los tríceps son una de las zonas que, conforme vamos creciendo va perdiendo su forma y presentando flacidez en brazos, provocando que nos sintamos inseguras y evitemos ciertas prendas para ocultar las molestas “alas de murciélago”, pero eso se acabó con estas 3 simples posturas de yoga que te ayudarán a lograr los brazos de tus sueños, si las incorporas en tu práctica regular:
ADHO MURKHA SVANASANA
- En cuatro puntos levanta las caderas hacia arriba y hacia atrás, extiende los brazos y las piernas e intenta presionar las palmas de las manos y los dedos de los pies en el suelo para obtener un mayor estiramiento y fortalecimiento de los brazos. Aguanta durante tres respiraciones completas.
CHATURANGA DANDASANA
- En posición de tabla, con los brazos estirados y las manos alineadas debajo de los hombros, lentamente baja el cuerpo hacia el suelo manteniendo los codos pegados al costado del cuerpo. Contrae con firmeza el abdomen y mantén despegadas del suelo las piernas, las caderas, el pecho y la cabeza. Aguanta durante 10 a 15 respiraciones y repite varias veces.
ARDHA PINCHA MAYURASANA
- En posición de cuadrúpedo, coloca los antebrazos en el suelo con los codos directamente debajo de los hombros y levanta las caderas hacia arriba y hacia atrás, formando una V invertida con el cuerpo. Mantén los dedos de los pies hacia adelante y los talones hacia abajo y aguanta en esa postura durante un minuto, sin olvidar hacer ejercicios de respiraciones.
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