Con el paso del tiempo la flacidez y el exceso de piel por la pérdida de grasa en la cara interna de los brazos comienza a aparecer, lo que provoca que esta zona se desprenda y cuelgue por la pérdida de firmeza y tonicidad, así como que las fibras de colágeno no aguanten y den paso a las temidas "alas de murciélago", las cuales puedes combatir con estos simples ejercicios.
Los brazos son componentes importantes y altamente estéticos del contorno corporal, razón por la que debes mantenerlos delgados, firmes y ausentes de las "alas de murciélago" con estos simples ejercicios, sobre todo si tienes ya más de 40 años o te has sometido a cirugías para disminuir el peso corporal.
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Por estas razones te podrían salir alas de murciélago
La piel tiene dos sustancias importantísimas: El colágeno que le da la firmeza y la elastina que da elasticidad, por lo que la disminución de estas sustancias es natural conforme van pasando los años; pero si eres joven no deberías pasar por dicho problema a menos de que bajes de peso rápidamente, pues entonces la piel que ha permanecido estirada albergando grasa no tendría tiempo de recuperar la firmeza, provocando las alas de murciélago que deberás combatir con estos ejercicios.
También, la flacidez en brazos puede surgir por una escasa hidratación y nutrición, por lo que se recomienda una dieta adecuada y consumir mucha agua para que las cantidades de colágeno y elastina no disminuyan y puedan deformar tu figura. Fumar, beber en exceso y exponerse al sol son otros factores perjudiciales.
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4 simples ejercicios para combatir las ‘alas de murciélago’
Ah, pero si no tuviste cuidado o ya pasas de los 40 y comienzas a tener “alas de murciélago” no te apures, pues aquí te traemos los 4 simples ejercicios con los que acabarás con la flacidez en brazos y que deberás hacer en tres series de 30 segundos cada uno:
- 1.- .De frente a la pared y con los pies al ancho de los hombros, da un paso largo hacia atrás para luego apoyar las palmas en el muro y comenzar a hacer flexiones hacia adelante y atrás, hasta tocar la pared con los codos sin doblar las rodillas y tratando de no despegar los talones del piso.
- 2.- El segundo ejercicio es muy similar al primero, aunque ahora flexionando un codo primero y luego el otro de manera alternada, apretando el core y controlando bien la respiración.
- 3.- A continuación, daremos primero una palmada y luego haremos la flexión con ambos brazos al mismo tiempo.
- 4.- Para el cuarto y último ejercicio daremos la espalda a la pared, para luego apoyarnos con las palmas de las manos en el muro y echar el trasero hacia atrás y lo más abajo posible para luego aventar de nuevo el cuerpo hacia el frente hasta llegar a nuestra posición inicial.
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