Ronnie Coleman, el ocho veces campeón de Mr. Olympia, atraviesa uno de los momentos más críticos de su vida a los 61 años. La leyenda del culturismo fue hospitalizada recientemente por complicaciones de sepsis, una enfermedad potencialmente mortal que lo mantuvo al borde de la muerte durante dos semanas. Por suerte, el ícono estadounidense ya se encuentra en recuperación, aunque su estado sigue siendo delicado.
El veterano culturista, conocido por rivalizar con Arnold Schwarzenegger y por levantar toneladas de peso durante su carrera, ha sufrido durante años las consecuencias físicas de un deporte extremadamente exigente. Sus continuas hernias discales, cirugías y problemas de movilidad son resultado de décadas de entrenamiento intenso y levantamientos extremos, que incluso hoy lo obligan a utilizar silla de ruedas para desplazarse.
Coleman compartió una emotiva actualización en su cuenta de Instagram, agradeciendo el apoyo de su familia, fans y especialmente de su esposa Susan. “Han sido dos semanas largas y aterradoras luchando contra las complicaciones de la sepsis; una de las batallas más difíciles de mi vida”, escribió el culturista, demostrando que su fortaleza no se limita al gimnasio sino también a enfrentar la adversidad.
¿Qué es la sepsis?
La sepsis es una respuesta extrema del cuerpo a una infección generalizada. En lugar de atacar únicamente el agente infeccioso, el sistema inmune daña tejidos y órganos vitales, provocando inflamación grave y, en casos severos, la muerte. Esta condición, según el American Journal of Medicine, puede afectar la coagulación, la utilización de oxígeno y el funcionamiento de múltiples órganos.
En el caso de Ronnie, la enfermedad lo llevó a una “emergencia médica grave” que obligó a su hospitalización y a cancelar presentaciones internacionales. Aunque ya está fuera de peligro inmediato, continúa bajo supervisión médica para asegurar su recuperación completa.
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La carrera legendaria de Ronnie Coleman
Ronnie Coleman se consagró como uno de los culturistas más grandes de la historia, acumulando ocho títulos de Mr. Olympia entre 1998 y 2005, igualando únicamente a Lee Haney. Además, ganó 26 competencias profesionales, incluyendo el Arnold Classic de 2001, y fue reconocido por su fuerza extrema y simetría muscular, características que lo hicieron famoso en todo el mundo.
Su carrera, sin embargo, dejó secuelas físicas importantes. A lo largo de los años, se sometió a 13 cirugías debido a lesiones en la columna provocadas por levantar cargas de hasta 270 kilos en ejercicios como sentadillas y press femoral. A pesar de ello, sigue entrenando con rutinas adaptadas a su condición actual.
El impacto físico del culturismo extremo
El cuerpo de “The King” refleja el precio del culturismo profesional: con 1.80 metros de altura llegó a pesar 134 kilos, y décadas de entrenamiento intenso dejaron secuelas irreversibles. Sus problemas de movilidad actuales obligan al uso frecuente de silla de ruedas, y muchos de sus movimientos diarios se realizan con esfuerzo y dolor.
Expertos destacan que el abuso de esteroides, la sobrecarga física y la intensidad de la rutina contribuyen a un desgaste corporal acelerado, algo común entre los culturistas de élite que prolongan sus carreras más allá de los 40 años.
Apoyo de la comunidad del culturismo
Tras conocerse su situación, numerosas figuras del culturismo enviaron mensajes de apoyo a Coleman, entre ellos Lee Haney, Chris Cormier, Phil Heath y Derek Lunsford. El reconocimiento de sus colegas subraya no solo su talento en el deporte, sino también el respeto ganado como embajador del culturismo a nivel mundial.
Ronnie continúa inspirando a nuevas generaciones pese a las dificultades. Su historia demuestra que la fortaleza mental es tan importante como la física, y que incluso los más grandes enfrentan batallas inesperadas fuera del escenario.
