Mitos y realidades existen en torno del consumo de proteína en el deporte, por lo que aquí te informamos qué pasa con tu cuerpo si te decides a consumirlo todos los días, si es bueno, malo y cómo puede afectar tu salud.
Aunque realmente no existe una evidencia concreta de que una dieta alta en proteínas pueda causarte daño, sí existen análisis que afirman que más de tres gramos por kilo de peso corporal beneficia a la inmensa mayoría de personas, a excepción de aquellas con problemas médicos o de salud preexistentes.
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Es decir: las dietas muy altas en proteína y ampliamente superiores a la cantidad diaria recomendada no necesariamente tienden a ser perjudiciales, pues bien digeridas y bien absorbidas podrían ser incluso esenciales para ganar y preservar los músculos y la fuerza.
De hecho, los polvos y bebidas de proteína son de los suplementos alimenticios más consumidos por deportistas de fuerza y culturistas al ser cómodos, sabrosos y hasta baratos en el desarrollo de su físico, pero qué pasa si los consumes todos los días.
Tomo proteína todos los días, ¿qué pasa?
De tal modo y aclarado el mito de que la proteína en polvo o inyectada en sí no es mala, cabe aclarar que si bebemos demasiados batidos eso podría traer muchos daños a nuestro organismo, que van desde trastornos digestivos graves, malestar estomacal, daño renal e incluso deficiencias nutricionales.
Aunque tomar un par de licuados o batidos de proteínas todos los días no hace daño, sino incluso es bueno, lo cierto es que todo en exceso es malo y eso también aplica en las proteínas, pues si tomas demasiadas en polvo y el resto de tus calorías restantes no son ricas en nutrientes, podrías desarrollar a la larga vacíos nutricionales que te podrían llevar a problemas de salud.
Comer mucha proteína en polvo en una sola sentada tampoco es buena idea, puedes puede causarte gases, hinchazón y calambres, algo similar a si lo haces en suero de leche ya que muchos no pueden digerir grandes cantidades de un solo jalón.
EG