¿El dolor de rodillas te impide mantenerte activo o hacer deporte? ¡No es cierto!.. Aquí te decimos qué ejercicios y cómo los puedes hacer para mantenerte en forma e incluso mejorar la salud de tus huesos, músculos y articulaciones.
Muy al contrario de lo que muchos piensan, el dolor de rodillas no tiene ni debe ser un pretexto para dejar de realizar cualquier actividad física que te permita mantenerte saludable y alcanzar tus metas, aunque sí la debes adaptar al problema que tengas, evitar el alto impacto y recurrir a especialistas o fisioterapeutas que te indiquen cuál sería la mejor rutina y los ejercicios más convenientes para ti.
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Las rodillas son complejas en las que la artrosis es la que provoca dolor de manera más habitual y la primera en hacerte pensar si es conveniente o no seguir haciendo deporte; no obstante, el ejercicio siempre será la mejor opción para salir adelante y que debe formar parte del tratamiento de aquellas patologías reumáticas que afectan a las articulaciones, como también lo es la artritis.
Si me duelen las rodillas, ¿es conveniente hacer ejercicio?
La respuesta siempre será sí, por lo que aquí te decimos cuáles son los más eficaces que podemos realizar sin riesgo de agravar la lesión o provocar dolencias nuevas que nos impidan aun más realizar mantenernos sanos y saludables.
Los más recomendados, según Montserrat Romera, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología, son los ejercicios de tipo aeróbico como caminar y los de fortalecimiento (de forma aislada o combinada).
Además de disminuir el dolor y la rigidez en las rodillas, dichos ejercicios mejoran la movilidad y la función de las articulaciones, además de que aumentan la fuerza muscular, aunque para que sean beneficiosos deben adecuarse la intensidad, la frecuencia y la duración a las características y edad de la persona.
En la artrosis de rodillas está comprobado que el ejercicio disminuye el dolor y mejora la limitación en las actividades cotidianas y sin dañar el cartílago ni aumentar la inflamación, además de que es útil tanto en las fases iniciales como en los estadios avanzados.
Se recomienda que la actividad física sea moderada o de bajo impacto (natación, caminar a ritmo lento sobre terreno llano, etcétera), mientras que los ejercicios de fortalecimiento se deben centrar en la rodilla (cuádriceps) y en la cadera (glúteo medio).
EG