Los amantes del ejercicio, sobre todo aquellos que desean aumentar musculatura más que tener una habilidad deportiva, sabrán que fortalecer o trabajar las extremidades inferiores es de lo más complicado y doloroso, sin embargo, es muy importante hacerlo, pues de eso dependerá la oportunidad de ser mejor en nuestra disciplina o de tener un cuerpo estético, equilibrado y bien proporcionado. Pero, ¿qué pasa si hago pierna todos los días?
Sobre todo quienes se encierran en el gimnasio saben que los días de pierna suelen ser martirios. En ocasiones arden las piernas y las lesiones pueden también ser muy serias si los ejercicios no se hacen de forma adecuada o con el peso correcto, pero más allá de ello, obsesionarse con el trabajo en piernas puede ser contraproducente.
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¿Qué pasa si diario entreno pierna?
Es una falsa creencia eso de entrenar tanto una sola zona del cuerpo para fortalecerla y tenerla impecable según nuestros objetivos. Lo único que logramos con ello es quemar el músculo y evitar su desarrollo y crecimiento por desgaste, lo que después se puede traducir en lesiones graves, no sólo en esa zona, sino en toda la articulación.
No hay que ser extremistas, pues entrenar las piernas muy poco evitará que obtengamos, fuerza y volumen, pero hacerlo en exceso impedirá que los músculos se recuperen y descansen adecuadamente para después trabajarlos. Las lesiones serán el siguiente paso en cualquiera de los cuatro músculos principales de las piernas: cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y pantorrillas.
Por ello los expertos recomiendan entrenar pierna sólo dos veces por semana, sin pasarte de cuatro veces por semana en días no consecutivos. De esta manera le daremos reposo suficiente al músculo para después llevarlo nuevamente al fallo y que con ello crezca y se fortalezca. Así que debes dejar al menos 48 horas (o 72 con rutinas muy intensas) entre cada entrenamiento del mismo grupo muscular para que se recupere correctamente.