Para tener piernas, glúteos y hasta abdominales de acero, las sentadillas son uno de los mejores ejercicios que puede haber, sobre todo si las haces de la manera correcta, por lo que aquí te decimos qué pasa con tu cuerpo si te pones el reto de hacer al menos 100 sentadillas todos los días… ¡Chécalo!
Según los expertos, para tener resultados efectivos no se necesitan cuatro o cinco sentadillas, sino al menos 20 y poco a poco ir subiendo su número hasta llegar a 100 sentadillas todos los días, dependiendo de la forma física que tengamos, por lo que no es indispensable comenzar con 500 al día ni mucho menos.
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No: según Fitness Authority 2.0, los principiantes deben comenzar su rutina con sentadillas simples, para poco a poco y como lo vayan sintiendo subir su dificultad y cantidad hasta llegar a un nivel intermedio (50 sentadillas), con el que aumentarás tu metabolismo y quemarás calorías rápidamente para luego subir a 100 sentadillas todos los días.
Ah, pero si ya eres un buenazo, 100 sentadillas es tu número mágico para hacer todos los días y ganar resistencia, fuerza y crear más músculo aunque, eso sí, deberás hacerlas seguidas y lo más rápido y correctamente posible, con los pies en una apertura ligeramente superior a la de las caderas, flexionando las piernas para bajar como si te fueras a sentar y dejando las piernas en un ángulo de 90 grados, siempre la espalda recta.
Esto pasa si todos los días haces al menos 100 sentadillas
Una vez que tengas dominada la técnica, podrás añadir variaciones como un salto al final, para cuando vuelvas a tocar el suelo seguir con la siguiente sentadilla, sin parar. Además, puedes añadir un cambio a este salto y convertirlo en una sentadilla con salto de 180 grados, impulsándote con el torso para girar en el aire o añadir peso.
Nada más que, abusado: si vas a añadir peso debes estar seguro de utilizar la técnica correcta, pues en caso contrario podrías sufrir lesiones y graves, por lo que se recomienda hacerlas con los pies mirando hacia afuera y a la altura de las caderas, tomar la pesa (mancuerna, pesa rusa, etcétera) y mantenerla pegada siempre al pecho, sin despegar los codos del cuerpo.
De tal modo y si sigues una rutina ordenada, comprometida y constante, más temprano que tarde comenzarás a ver los cambios físicos en tu cuerpo, hasta terminar con unas piernas, glúteos y hasta abdomen de campeonato para ser la envidia de todos.
EG